ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

jueves, 26 de octubre de 2017

INCREIBLE, PERO CIERTO

Columna publicada en el Diario la Nación, el 26-10-2017


Con un tono decepcionante, tener que utilizar este espacio para exponer mi tufo con aroma de tristeza en relación con las pocas o nulas oportunidades para ingresar a la universidad y, que cuando estas lleguen cerca de la casa, no se aprovechen; es como mínimo, para ponerse a llorar. Y eso que estamos hablando de un plan de desarrollo departamental cuyo eslogan expresa que “el camino es la educación”. Me refiero a la posibilidad que tienen algunos huilenses de estudiar en una prestigiosa institución de educación superior, de carácter estatal, donde se forman cuadros directivos del Estado como lo es la Escuela Superior de Administración Pública-ESAP y no la aprovechen. En estos momentos, se tiene la posibilidad de ingresar a estudiar en Neiva, la Plata, Acevedo, Algeciras y Garzón para el caso del Huila donde se tiene previsto la apertura de una nueva cohorte, es decir, para primer semestre. Pero, cómo es posible, que la ESAP a nivel nacional, autorice iniciar un programa con toda su infraestructura para el caso de Garzón, y que esta posibilidad se pierda por no reunirse el grupo mínimo de aspirantes para ello. Y más, en una ciudad como Garzón Huila. Tenemos municipios de los más apartados en el Caquetá y el Putumayo como ejemplos cercanos, sin contar o mencionar lo que sucede en otras partes del país donde la Escuela llega, que sí aprovechan con toda ilusión del caso y bondades que ello significa tanto para entidades públicas como territoriales. No es posible que un servidor público garzoneño, le exprese a otro, que no se esfuerce en que llegue ese programa al municipio, puesto que eso lo perjudicará a futuro por la competencia, que no sea tonto, que mejor el hecho de no reunir el grupo mínimo, dado que así no habrá inconvenientes y el puesto se seguirá garantizando. ¡Qué desgracia esto!. No sé porque el Alcalde no le ha puesto el interés debido. Si bien es cierto que la Secretaría de educación ha realizado apoyos para lograrlo, ha faltado decisión y gestión para hacer realidad este sueño de estudiar Administración Pública Territorial. Existen cientos de municipios que han solicitado numerosas veces a la ESAP nacional para que llegue y, harían cualquier cosa (convenio, infraestructura, preinscripción, financiación, becas, donación de lote, sede, etc.) para que se inicien procesos de educación y formación a sus servidores públicos, concejales, presidentes de juntas, líderes y demás interesados. En Garzón, ni a los cabildantes les ha interesado. Y eso que no pagarían por Ley 1551. Menos a los presidentes de juntas. Y en último nivel, al parecer todos los funcionarios están formados en Administración Pública y, quizás, por eso no muestren ganas en estudiar en la Esap. “Dolor de patria”.

miércoles, 11 de octubre de 2017

RENACIMIENTO DEL PODER CIUDADANO

Columna publicada el 11 de octubre de 2017 en el Diario la Nacion
Hace unos días participe en el encuentro sobre los desafíos de la participación y el control social a la gestión pública en la procuraduría general de la nación con la asistencia del mismo procurador, el ministro de las tecnologías de la información y la comunicación, los veedores más representativos en Colombia y la presencia de quienes lo impulsan y fomentan. Lo primero que se reflexionó, después de haber indicado que fue en la constitución política de 1991 que se incorporó estos temas; tiene que ver con el abuso, la mala interpretación y el mal uso dado a los mecanismos de la participación ciudadana y el control social a la gestión pública como expresiones auténticamente democráticas producto del consenso más importante logrado a comienzos de la década de los noventa desde el logro obtenido con la séptima papeleta. Así mismo, que a todos los colombianos nos debe importar la participación ciudadana para reinventar, dinamizar y consolidar la democracia y, darle sentido al estado social de derecho, tener nuevos liderazgos, e impulsar una Colombia nueva lejos de la guerra que no dejaba ver el humo de la corrupción y la catástrofe ética. Que debemos levantar la ciudadanía desde la propia ciudadanía. Precisamente aprovechando las elecciones, dado que son la cumbre de los espacios donde se toman las decisiones políticas. Ello contribuirá en dinamizar los diferentes escenarios de discusión para la superación de la crisis en las tres ramas del poder público. Generar un pacto de Estado que re institucionalice la justicia, supere el sunami contra la ética, sacuda al viejo país para que la corrupción no se continúe llevando las instituciones como una avalancha. Así mismo, la necesidad de fortalecer los espacios de diálogo, la reactivación de la participación ciudadana, la prevalencia de las instituciones y se defienda contra viento y marea en la defensa de lo público, la solución de conflictos de forma pacífica y el efectivo reclamo de los derechos de los ciudadanos y su pronta resolución. Que la participación ciudadana y el control social a la gestión pública constituyen una ampliación de la vida democrática para la lucha contra la desigualdad. Que las veedurías deben fortalecerse, así como la formación y protección a los veedores. Que es el tiempo de renovar el compromiso con la participación ciudadana, sus mecanismos, y los de control social. Que no debemos tener miedo con las armas de la democracia para derrotar la corrupción. Que debemos recuperar la confianza ciudadana en la democracia y, renovarla. El reto es el buen gobierno, la participación ciudadana y, los derechos fundamentales. Todo esto, en particular, de la mano con los jóvenes y el uso de las redes sociales y, en general, de la tecnología y con el poder ciudadano. ¿Qué balance en el Huila?. En sólo veedurías es paupérrimo.

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