LA ESCUELA TECNOLOGICA DE NEIVA

En el marco de los 399 años de la ciudad, lo que más despierta expectativa es el lanzamiento oficial del  Proyecto Académico que busca formar tecnólogos en diferentes ramas del conocimiento, con la posibilidad de que a futuro logren obtener su título universitario, como lo es la Fundación Escuela Tecnológica de Neiva “Jesús Oviedo Pérez”.

La ansiedad es, conocer ¿cómo será definida?, ¿qué camino escogerá para no parecerse a las otras instituciones educativas existentes en la región?, ¿cómo estará en los rankings?, ¿Cuáles serán sus características o factores claves para que logre prestigio y sea de rango mundial?, ¿priorizarán infraestructura física o los programas, currículo y prácticas pedagógicas?, ¿realizará alianzas para la preparación de docentes alfabetizados en tecnología?, ¿contará con apoyo estatal (Alcaldía-Gobernación) bajo un marco regulatorio adecuado, especialmente en materia de impuestos?, ¿cómo se financiará, tendrá fondos de donaciones y concursables para fomentar la investigación?, ¿Cuál será la cultura de la excelencia, su visión estratégica y el modelo de liderazgo que adoptará?, ¿tendrá una dimensión internacional?, ¿Cuál será su autonomía o libertad académica?, ¿Cuáles serán los perfiles de los estudiante, docentes,  administrativos y el de los egresados para que clasifiquen dentro de un estándar de alto nivel?, ¿creará las condiciones adecuadas para la transferencia de tecnología y que la misma sea dinámica?, y ¿cuáles serán los programas pertinentes y cómo oscilarán los valores o costos de las matrículas?.

Esta es una magnífica oportunidad, pues llevamos tiempo exigiendo que las instituciones actuales mejoren, se transformen o le den paso a unas totalmente nuevas y con una cultura propia de esta época que se denomina sociedad del conocimiento donde forma parte el “ecosistema de la educación superior” para que nos lleve a un puerto diferente como huilenses en esta competitividad global.

En este nuevo proyecto, los retos son verdaderos desafíos, toda vez que se inicia desde cero, requiere mucho dinero, exige el establecimiento de una cultura adecuada de excelencia desde su partida, la cual debe respirarse e inspirarse desde el propio equipo directivo que pondrá a navegar este nuevo barco.

Somos conscientes que la mejor inversión que puede hacerse en el Huila es en educación para hacer crecer el triángulo del conocimiento: formación, investigación e innovación. Por ello, todos debemos sumarnos y aportar con crítica constructiva en esta iniciativa.