Es importante transmitir a los Huilenses la satisfacción del deber cumplido en Guatemala (Embajada de Mexico) la semana anterior al conocer y dialogar con la Premio Nóbel de Paz y Ex candidata presidencial Rigoberta Menchú, en el marco de la socialización del Informe sobre la “Situación de los pueblos Indígenas del mundo” por parte de las Naciones Unidas y su Foro Permanente para las cuestiones indígenas.
En el contenido del documento se evidencia que los integrantes de los pueblos indígenas suman unos 370 millones (aproximadamente el 5% de la población mundial) pero constituyen el 15% de los más pobres del mundo y representan la tercera parte de los 900 millones de indigentes de las zonas rurales, sumado a que son los más numerosos entre los pobres, los analfabetos, desempleados y que siguen padeciendo las consecuencias de la injusticia histórica, a saber, la colonización, la desposesión de sus tierras, territorios y recursos, opresión, marginalización, violencia, brutalidad, traslado o desplazamiento forzoso, abusos de las fuerzas militares, conflictos, discriminación y el desarrollo en gran escala, así como la falta de control de sus propios medios de vida y; que por lo tanto, suelen perder ante actores más poderosos y se convierten luego en los grupos más empobrecidos de sus países.
Igualmente, las estadísticas ponen de relieve la gravedad de la situación tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollos, porque como si fuera poco, su nutrición es inadecuada, el acceso a salud es limitado, escasos recursos para su bienestar y la contaminación de su medio ambiente son factores que contribuyen a la terrible situación de los indígenas en el mundo.
Ante este panorama, Menchú reflexionó que si bien es cierto los pueblos indígenas son los custodios de algunos de los territorios con mayor diversidad biológica en el mundo y que también tienen bajo su responsabilidad una gran parte de la diversidad linguística y cultural y su conocimiento tradicional ha sido y continúa siendo un recurso invaluable para beneficio de toda la humanidad; aún se está permitiendo que los pueblos indígenas sigan humillándose con estos factores y así continuarán desapareciendo de la faz de la tierra. No obstante, tuvo el coraje de expresar que únicamente esto pararía: “hasta cuando nos indignemos y actuemos, hasta cuando propongamos un cambio, con nuevos paradigmas, renovando la lucha, no silenciándonos ni disfrazando las palabras, propiciando el liderazgo de los pueblos indígenas mediante participación plena, activa y progresista con una alta dosis de conciencia para cambiar rutas e inaugurar unas nuevas”.
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