ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

lunes, 9 de diciembre de 2019

PARA LA CONVERSACIÓN NACIONAL

Columna publicada en el Diario la Nación el 28/11/2010


Como fue notificado, el presidente Duque inició la conversación nacional en el encuentro de gobernadores y alcaldes electos del país, para evaluar la coyuntura y necesidades urgentes de los municipios y las ciudades y sus respectivos planes. En parte, movido por algunos asuntos que salieron a flote en el marco del paro y de las protestas. Ante esta situación, si de diálogo nacional se trata, es necesario que todos los sectores nos pronunciemos sobre el país que queremos y soñamos desde todos los rincones de nuestra amada Colombia. Las universidades, tienen una enorme responsabilidad para ayudar a organizar de manera urgente este dialogo nacional. No sólo esperar que desde la casa de Nariño se sigan haciendo los encuentros o talleres para escuchar a la ciudadanía. Debe replicarse el mismo modelo que se utilizó en el marco del proceso de la Habana. Claro, sin demorarnos esos largos años que tomó este proceso, sino en un plazo de días. Ideal que tanto las universidades públicas como privadas, contribuyan para entregar al gobierno la información consolidada de lo que la ciudadanía (sectores, movimientos sociales y políticos) sueñan para Colombia. No podemos quedarnos a la espera de lo que algunos (por no decir los mismos de siempre) dispongan lo que hay que hacer.  Esto es, por un lado, un acuerdo sobre lo fundamental, por otro, que lo que hay que hacer es una constituyente. No falta quienes digan que la mermelada es o será la solución. Los que piensan que lo que se debe cambiar es el modelo económico, hacer reformas, etc. En este diálogo nacional, la mayor responsabilidad la tienen los propios congresistas (o congreso de la república) que aglutinan las distintas fuerzas políticas y actuar con transparencia y no con hipocresía. El mayor aporte que se puede hacer bajo este diálogo, es el consenso en apostarle a largo plazo para sacar a Colombia adelante. Varios ejemplos internacionales tenemos. No podemos seguir discutiendo que los de la izquierda son los malos, o que los de derecha son los buenos o los malos también. O que tal o cual presidente o expresidente es o fue el malo. Lo primero, es hacer un alto en el camino y proyectarnos hacia el futuro. Una conciencia en toda la ciudadanía. Como no recordar el caso de Corea del Sur y Ghana en 1970 cuando sus estándares de vida por la pobreza eran equiparables. Hoy, ad portas a cumplir ya 50 años Corea, gracias a su política marcadamente orientada hacia el exterior, la convirtió en un país próspero, mientras que Ghana, sigue aún peor que en ese año. El secreto, apostarle a la formación de las personas menores de 10 años (generación) y educarlos bien y con visión global. La tesis, era que los mayores de 10 años, ya son como árboles que nace torcidos, ya ni con columna de acero se enderezarían. Paso a creer que eso nos sucede. Uno observa los jóvenes de hoy, a manera de ejemplo, maldiciendo a X o Y expresidente y creyendo que la solución es una nueva alternativa ideológica. Cuando uno no conoce la historia, es complicado. Si quiero una Colombia mejor.