Nada más oportuno para
el país, los dos eventos realizados el pasado lunes y martes en Colombia sobre
el “Informe global de desarrollo humano 2019” por parte del PNUD lanzado por
primera en nuestro país y que indicó que tan desigual estamos con relación a
otros Estados y, el foro “Defender a los defensores: 71 años de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, cuyo tema central estuvo
enfocado a reivindicar a los
defensores de derechos humanos y a los líderes sociales que juegan un rol
esencial en promover y divulgar el respeto por los derechos humanos y sus garantías
con la que cuentan para ejercer su tarea a lo largo y ancho del territorio. En
el primer evento, se mostró el avance significativo del índice de desarrollo
humano que Colombia ha tenido en los últimos 15 años con relación a la
inequidad y/o desigualdad (en salud, educación, género, generaciones, acceso a
las nuevas tecnologías y la exposición a crisis económicas o relacionadas con
el cambio climático). En este informe, se determina en dónde están marcadas las
desigualdades actuales y sobre cómo debilitan la cohesión social, el
crecimiento económico y la confianza de las personas en los gobiernos, en las
instituciones y en las personas. Además, que cuando las desigualdades llegan al
extremo, pueden generar violencia. En el caso de Colombia, por lo menos ya no
estamos en el lugar paupérrimo que ocupábamos hace unos años en estos temas. No
por ello, se podrá afirmar que estamos superbién. Tenemos que seguir trabajando
arduamente para lograr mejores índices de desarrollo humano. En el evento de
derechos humanos, se recordó que el 10 de
diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y, ello, permitió el reconocimiento del
pluralismo como principio, y surgió con el ideal de reunir valores universales
para los pueblos y naciones. La aprobación de esta Declaración, sin lugar a
dudas, constituyó un momento cúspide para la civilización. Ha sido un faro en
esta lucha por la dignidad de la persona humana. Su férrea defensa, no sería
posible sin los líderes sociales y defensores de derechos humanos. Razón por la
que el evento fue un espacio necesario para reflexionar sobre la importancia de
su función en un contexto como el nuestro y reconocerla públicamente. Máxime,
cuando tenemos altos números de asesinatos, ataques, amenazas, hostigamientos,
actos de intimidación y campañas de estigmatización que impactan negativamente
la actividad que ellos cumplen. Sobre el particular, se ha han puesto en alerta
con acciones tanto la Defensoría del Pueblo, Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos
humanos, Procuraduría, Fiscalía y múltiples organizaciones y personas
encargadas de defender esos principios universales. Es necesario, honrar para
el bien de nuestra sociedad a los líderes y defensores de los derechos humanos.
Con 71 años de reconocimiento y desarrollo de los derechos humanos, muchas
cosas se han evitado. Pero principalmente, se ha logrado más humanismo ( Emancipación).
Vivan los derechos humanos. Viva la pedagogía en derechos humanos. Siempre
habrá otra alternativa para vivir mejor. Feliz aniversario.
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