ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

miércoles, 2 de octubre de 2019

SIN DISCURSO EMANCIPADOR

Columna publicada en el Diario la Nación el 04/09/2019


Definitivamente en esta contienda electoral, uno quisiera escuchar alguno que otro candidato, al menos eso, de los tantos que pululan por estos días como rascaculero alboratado, que esté matriculado o se identifique o promueva discurso propio del pensamiento crítico. Entiéndase, de la teoría crítica. ¡Pero qué va!. No podemos pedir peras al Olmos. Seguimos escuchando banalidades que ni siquiera pertenecen a planteamientos de la teoría tradicional de hace unos cuantos años. Por no decir, trivialidades. Todos (los candidatos) dejan entrever las ansias de llegar a caramelear las relaciones de poder, y en su gran mayoría, sin conocimiento de lo público. O con poco, por no ir al extremo. Esto lo que conducirá, es a seguir repitiendo las artimañas más odiadas por estos tiempos (corrupción). Por supuesto, que si no plantean las bases de un pensamiento crítico en sus programas de gobierno, en el que tienen la posibilidad de ser construidos con el apoyo de expertos, como debiera serlo, al menos para la evidencia escrita, difícilmente se dejará ver que esto sea posible en sus posibles argumentaciones en público. A gritos la ciudadanía o la sociedad está urgida de encontrar líderes que promuevan alternativas donde se pudieran dar respuesta a las necesidades y esperanzas (dolor acumulado a lo largo de la historia) de nuestros pueblos. Me refiero a todas aquellas acciones en la que por años, se ha conducido a procesos de silenciamiento, explotación, marginación, subordinación, dominación, injusticia, opresión, negación del ser humano, pobreza, exclusión, desigualdad, situaciones de indignidad, invisibilización, clasificación de la población, estratificación de razas, racismo, patriarcado, mercantilización, demandas y derechos  postergados y luego negados, ofertas modernizantes engañosas y frustradas, entre otros aspectos; que han conducido es al malestar, la indignación y el inconformismo ciudadano. No es en vano, ciertos movimientos sociales. Las bases del pensamiento crítico, está edificado en la convicción de que es posible transformar las condiciones sociales por estos procesos que aquejan a nuestro mundo. Transformación social que no acepta la realidad que tenemos y que estamos padeciendo, como tampoco acepta de manera pasiva a la injusticia que nos carcome. Es decir, su reto principal es la emancipación humana. Esos anhelos por condiciones de vida digna (no vulneración), de lucha por la dignidad, de justicia- incluso cognitiva-, de un nuevo proyecto de sociedad, de una verdadera aproximación a la compleja realidad social, de desestabilizar y transformar las actuales relaciones de poder, de un aproximación teórica-crítica de la economía política, de la verdadera riqueza humana, del fomento del principio de la agencia humana-que le permita reaccionar-, de repensar el Estado frente a su poder cooptado, de controvertir el universalismo que ya es de otra época dado que estamos es con la interculturalidad emergente de nuestros pueblos; exigen una respuesta (dialogo) ética, política y epistémica en la lectura de las actuales circunstancias para reinventar ese nuevo mundo que necesitamos. Es decir, no hay propuestas (discursos) ambiciosas en los miles de candidatos, que les permitiera soñar a los más desprotegidos (pobres), que se suponen son los que representan, a fin de alimentar los discursos de los que sí están en el poder. ¿Hasta cuando?. No se ve horizonte.

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