Como es de público conocimiento, ya nos vamos a acercar al
tercer año de implementación del Acuerdo suscrito entre el gobierno de Santos y
las FARC. Y en este transcurso de tiempo, ya el balance de los Espacios
Territoriales de Capacitación y Reincorporación-ETCR, pasaron al tablero hace
unos días, dado que jurídicamente, el pasado 15 de agosto era su fecha límite
para su funcionamiento en los fines que fueron concebidos. No obstante, ahora
queda la pelota en la propia cancha de los municipios donde estos funcionan
(claro está que los que no se fusionan o desaparecen), para que la propia
autoridad municipal determine si les da la forma de vereda, los anexa a un
corregimiento o para que los transforme e integren la territorialidad
municipal. En el municipio de Planadas Tolima, funciona uno de estos espacios
territoriales. O mejor, funcionó como tal. Aunque este no desaparecerá, dado su
resorte emblemático que representa para el proceso de paz. La institucionalidad
lo deberá transformar. El punto importante a destacar es que durante estos casi
tres años, la percepción casi generalizada de los planadunos, es que no se
volvieron a ver enfrentamientos con el
ejército, ya no se ven personas armadas como antes de la firma de los Acuerdos
de Paz, hay zonas más libres de minas, se evidenció la desmovilización, más
tránsito de personas tanto extranjeras como nacionales y del mismo municipio de
manera más confiada, no se cobran vacunas, más seguridad, menos violencia,
mejoró el orden público, y hay más acceso de los niños al sistema educativo,
entre otros aspectos. Pero el más notorio de todos en la actual contienda
electoral, es la participación, como nunca antes, de 7 candidatos que se disputan
la Alcaldía municipal en representación de todos los partidos, incluyendo el
candidato del propio partido político de las FARC, que asiste a los debates
común y corriente junto a los otros. Lo máximo que se había llegado a
evidenciar en anteriores campañas electorales eran 5 candidatos. Pero que ahora
estén en la contienda 7 candidatos, la misma población lo toma con asombro.
También, el hecho de tener más de 70 personas como aspirantes al Concejo
Municipal. Por estos días, ver diferentes personas proponiendo temas para el
desarrollo de Planadas en sus propuestas en su calidad de candidatos,
constituye una mirada sensiblemente y particular ante los ojos del mundo entero
por lo que representa este importante municipio colombiano. En esta coyuntura
política y de participación democrática, están revalorando su riqueza agrícola,
hidrográfica, natural y biodiversa y, que por los vejámenes de la guerra, no se
conocían y figuraba en el patio trasero tanto del Tolima, como dentro de
nuestro propio país. Pero hoy, abre sus puertas al mundo, y lo hace como debe
ser, desde la política y la participación ciudadana para empezar por el verdadero
sendero que es el de la democracia participativa. Antes, su gente actuaba en
las urnas imponiendo su rebeldía. Hoy tienen sobre el tapete un sin número de
alternativas para elegir quién los dirigirá y quién los representará ante la
instancia del Concejo Municipal y de la Alcadía. Nuevos vientos para Planadas
Tolima. ¡Que viva la revolución electoral y la democracia en Planadas!
martes, 27 de agosto de 2019
jueves, 8 de agosto de 2019
DESEOS EN EL POSTBICENTENARIO
Columna publicada en el Diario la Nación el 7/08/2019
Precisamente hoy, no sabemos si celebrar, conmemorar, evocar,
o sencillamente ignorar los hechos ocurridos hace 200 años cuando se culminó
con la victoria de los patriotas sobre los soldados realistas del dominio
colonial de España sobre nuestros pueblos, incluido, lo que es actualmente
Colombia. Sí nos decidimos por lo primero, entonces ¿izamos la bandera, vemos
la recreación de los hechos de la época en un sencillo programa de televisión,
leemos un recorte de la historia, hacemos un balance de esta gesta libertadora,
o proponemos qué hacer en estos próximos 200 años?. Creo que depende del nivel
intelectual de cada uno de nosotros y del compromiso que tengamos por
vislumbrar una mejor patria. Así continuemos enfrascados casi con las mismas
luchas o problemáticas de antes, durante, y después del triunfo del Puente de
Boyacá. No me resigno a que sea un día festivo cualquiera. Mínimamente, tenemos
que ir más allá de la comprensión de las consecuencias de la campaña
libertadora que triunfó y culminó el 7 de agosto donde quedaron libres las
Provincias de la Nueva Granada, Ecuador y Venezuela, que con posterioridad, y
por pocos años, se denominó: la gran Colombia. Tampoco, se trata de identificar
sólo lo negativo que ha ocurrido en estos dos centenarios donde hemos estado
enfrascados permanentemente por la guerra, corrupción, individualismo,
desigualdad y una cultura de lo fácil (mafiosa), entre otros aspectos. Ha primado
la incapacidad de los dirigentes para impulsar un proyecto-nación. Siempre
aguas tibias impulsadas y promovida por unos pocos, mal llamados de la élite.
Es más, ni la celebración, conmemoración o evocación de este hecho histórico,
se pudo cumplir como debería ser, dada la improvisación de siempre y el
argumento de la falta de recursos económicos. Lo que nos corresponde, es
promover las bases de lo que significarán los próximos 200 años. Donde nos
involucremos todos los que somos y que reconstruyamos la patria para que seamos
lo que en mayoría queremos ser. Que cese la violencia, la barbarie en nuestro
territorio, y verdaderamente, hagamos del mismo, una patria civilizada y con
todos los principios de una real democracia. Si bien debemos profesar gratitud
por quienes todo lo entregaron por la causa libertadora, y en señal de ese
agradecimiento eterno, realizar los actos protocolarios correspondientes, lo es
también, que debemos ir más allá de ese horizonte tan corto y, nos repensemos
como sociedad. Esa es la tarea de esta generación y las futuras. Como es
posible, que de esa lucha que dieron nuestros padres de la patria y triunfo
correspondiente en 1819 (por supuesto no me refiere a los congresistas),
lamentablemente no hayamos superados situaciones turbias, luchas fratricidas y,
proyectos fracasados de nación. Aunque para algunos esta sea la democracia más
consolidada de América Latina. Sin embargo, claro que debemos agradecer a
nuestros patriotas que lucharon por dejarnos un mejor terruño. Pero atentos connacionales,
debemos ser más audaces para continuar por una senda que consolide una mejor
nación en estos 200 años que siguen.
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