Columna publicada en el Diario la Nación el 14/04/2021
Muchos preguntarán qué se
enseña y aprende en Administración Pública que imparte la Escuela Superior de
Administración Pública-ESAP. Cuando ingresan los estudiantes nuevos a este
programa, se les indica que en los 5 años que dure su carrera, tendrán que
estudiar y aprender todo sobre el Estado, el poder, sistemas y régimen políticos,
el gobierno, las organizaciones públicas, las políticas públicas, el mercado,
la sociedad civil y, la administración pública; con una visión local,
departamental, nacional y global, como eje de la formación. Incluso, se les
plantea qué si continúan en posgrado sobre la misma área del saber su
profundización se agudiza, si realizan la maestría en administración púbica,
aún más su complejidad. Y que sí realizan el Doctorado en administración
Pública, su proceso de producción intelectual girará en los mismos temas. Es
una carrera maravillosa, indiscutiblemente. Hasta por cultura general debería
estudiarse primero que cualquier carrera. Diría que el 95% de la población
colombiana (una cifra por sustentar), está de espalda a estos temas, razón por
la que no conocen el desenvolvimiento de nuestra realidad nacional. En este
espacio, trataré de disertar sobre un tema poco conocido como es el del
gobierno. Cuando nos preguntan qué es el gobierno, quien lo conforma, cuales
son los requisitos para ser un gobernante, qué se gobierna, cómo se gobierna, a
quién se gobierna, en dónde se gobierna, formas de gobernar, formas de
gobierno; no tenemos las respuestas claras. Por ello, siguiendo al profesor
Luis F. Aguilar Villanueva, iniciaré una serie de escritos sobre la teoría del
gobierno, con el fin de generar una reflexión en nuestros lectores sobre la
temática. Más en estos tiempos tan necesarios, donde el gobierno entró a
nuestras casas y a la intimidad, sin darnos cuenta, pero que está haciendo de
las suyas. Lo primero es plantear el problema actual del gobernar, entender que
el gobierno de hoy es un problema y no sólo la solución de problemas.
Permítanme, provocarlos de entrada con este planteamiento para retarlos y
enfrentarlos al debate. El objetivo personal y a lo mejor como expectativa de
ustedes, está el de contribuir a la reflexión sobre una teoría del gobierno y, particularmente del
gobierno, en el sentido del gobernar. Es necesario, enfocarnos para contribuir en
la discusión sobre una posible teoría de gobernar. Por muchos años, por no
decir, décadas, se ha trabajado en las teorías del Estado, la Democracia, del
federalismo, la Administración pública, del poder, entre otras. Pero paradójicamente
como lo advierte Aguilar (2020), no se tiene una teoría del gobierno. Se da por
sentado, por supuesto una teoría del gobierno, pero no la hemos explicitado.
Esa debería ser una tarea del gobierno: explicitar nuestros supuestos, conceptos,
crítica y particularmente los factores que hacen posible un gobierno
democrático, efectivo y de leyes. Con esta pandemia, ¿cuántas disposiciones
legales ha expedido este gobierno y en las cuales ha invadido las competencias
de las otras ramas del poder?. ¿Ha sido efectivo?. ¿Ha sido democrático?. Esa
será la tarea en la próximas columnas.
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