Por mi anterior
columna-alcaldadas nefastas-, he recibido distintas expresiones que
tienen que ver no sólo con situaciones similares, sino con el
comportamiento y acciones de algunos alcaldes y concejales y que también
son nefastos en estos tiempos en que pedimos a gritos gestiones
transparentes, ejecutivas y visionarias.
No sólo, exigencias para que continúe publicando este tipo de asuntos, sino que me han dado a conocer
otras que son muchos más graves y que de alguna manera nos recuerda lo
que es ser “pedante y pueril” en los términos planteados por Emmanuel
Kant cuando se refirió a la posibilidad de un Estado Universal de
pueblos y donde los grandes hombres obedecieran sus leyes; plasmado en
sus escritos: “Teoría y Praxis”.
Entre los aspectos más significativos que ya se quejan los
ciudadanos de sus nuevos gobernantes es que desconocen y no están
entrenados en habilidades necesarias para desempeñar las funciones
propias de un equipo de dirección, no tienen ni idea de un modelo de
gestión en un equipo de directivos, no saben qué modelo de liderazgo
deben aplicar y mucho menos competencias para motivar equipos de
trabajo, tampoco cómo desarrollar de forma eficiente su rol. Esto implica que no hacen uso de estrategias adecuadas para saber negociar,
gestionar conflictos, dirigir reuniones optimizándolas y obteniendo
resultados y objetivos; saber tomar decisiones, y tampoco saben
comunicar sus ideas, es decir, desenvolverse con soltura y eficacia ante
cualquier auditorio y, especialmente, ante los medios de comunicación.
Igualmente, se traduce en persecuciones de tipo político a servidores públicos
de carrera o que sobreviven, pocos resultados, improvisación, ataques y
desacuerdos sin diplomacia con concejales o líderes de oposición, falta
de tino político para manejar asuntos estratégicos en el municipio como
fue el caso de la elección de personeros (donde ya cursan
investigaciones), irrespeto a asesores en planes de desarrollo enviados
por la gobernación, los cuestionados contratos realizados para la
elaboración de estos planes, las copias evidenciadas de estos planes de
otros municipios y en los que se colaron proyectos y veredas
inexistentes al estudiarse en el Concejo, etapas y procesos
contractuales realizados en día festivo (domingo), goce de facultades
permanentes por cuatro años para el manejo de su presupuesto, entre
otros aspectos. La verdad, sin palabras. ¿Qué pasará con los órganos de
control?. ¿26 años repitiendo lo mismo?. ¡No más!
Columan publicada hoy en el Diario la Naciòn. www.lanacion.com.co
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