ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

miércoles, 3 de abril de 2019

¿CIERRE DE LOS ESPACIOS DE LA SOCIEDAD CIVIL?

Columna publicada en el Diario la Nación, el 2 de abril de 2019

En esta coyuntura, vale la pena cuestionar sobre los espacios que tiene la sociedad civil como agente fundamental de la reivindicación y transformación social en estos tiempos y contextos de regresión y limitación de derechos y libertades. Parece que el auge de la constitucionalización de los derechos humanos está en declive. Varios gobiernos en diversas regiones del mundo han adoptado leyes y políticas cada vez más represivas para menguar la acción crítica, de vigilancia y de generación de alternativas de la sociedad civil. Estas leyes y políticas expedidas son cada vez más represivas y amenazan la acción crítica de vigilancia democrática y de generación de alternativas de la ciudadanía y la sociedad civil. Recordemos el debate generado cuando se expidió el nuevo código de policía y que tocó el punto concreto de la protesta. Afortunadamente la Corte Constitucional se pronunció sobre el particular y ordenó al Congreso, que regulara concretamente sobre el particular.  A pesar de las diversas líneas en materia de formación en derechos humanos por parte de las instituciones académicas, educativas y de los establecimientos públicos, la situación se pone cada vez más dura y peligrosa. Es decir, los activistas, periodistas, intelectuales y toda voz disidente, tendrá que enfrentarse o lidiar con restricciones arbitrarias, amenazas físicas, acoso judicial e incluso la muerte. Para la muestra un botón: la muerte sistemática y en aumento de los líderes sociales. La pregunta del millón: ¿En dónde queda la obligación positiva del Estado de promover y proteger un espacio favorable para la sociedad civil en la que no se evidencien violaciones de derechos como la libertad de expresión, de asociación, de manifestación pacífica, libre acceso a la información y de participación en la vida política?. Creemos que aquí es donde tiene sustento o fundamento vislumbrar sobre cuáles serán los nuevos retos de los derechos humanos. Si los derechos humanos dejaron de ser un tema progresista. Si existe la posibilidad de concretar los derechos humanos emergentes producto de las luchas y reivindicaciones de la sociedad civil. Así mismo, si es o no efectiva la protección internacional de los derechos humanos. Qué conciencia se ha adquirido sobre el derecho y el deber de respetar los derechos humanos. Si funcionan o no las garantías ciudadanas ante las restricciones gubernamentales. Cuáles estrategias deben impulsarse en el actual contexto de radicalización o giro que están dando algunos Estados y que repercute en la libertad de expresión y acceso a la información. Hasta dónde la libertad de asociación, manifestación y reunión pacífica se ha fortalecido. Sí los pocos espacios de participación ciudadana se concretan. Si al derecho de la protesta (resistencia civil, no violencia y criminalización de los movimientos sociales), están debidamente garantizados y reglados. Existe o no apropiación del derecho a defender los derechos humanos como un derecho de toda persona. Tendremos la posibilidad de contar con un Estado de la sociedad civil y espacio democrático asegurado. Hay o no una lucha anti-represiva desde los feminismos. Que tanto estamos trabajando en los desafíos de la agenda 2030: sociedades justas, pacíficas e inclusivas. Todo lo anterior en el entendido de que los derechos humanos son una herramienta de lucha ciudadana imprescindible para reivindicar y fortalecer los espacios de la sociedad civil.

No hay comentarios: