ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

lunes, 24 de febrero de 2020

COMO LUCHAR CONTRA LA ESTUPIDEZ

Columna publicada en el Diario la Nación el 19/02/2020


Al escuchar recientemente al personero de Neiva en un medio de comunicación radial, después de haber asistido a un consejo de seguridad y en el que reclamó si era cierto o no que el alcalde había pedido la cabeza del comandante de la policía; hizo que recordara lo planteado en un reciente texto titulado: “Breve tratado sobre la estupidez humana ( Castillo Moreno, R. 2018) en el que trae a colación el principio de Halon y manifiesta que hace más daño la estupidez que la maldad porque es más fácil luchar contra la segunda (porque actúa con una cierta lógica) que contra la primera (que carece de ella). Explica que si pudiéramos suprimir la maldad, el mundo sería un poco mejor. Pero si pudiéramos suprimir la estupidez, el mundo sería muchísimo mejor. El principio de Halon advierte que no debemos atribuir a la maldad lo que proviene y puede ser explicado por la estupidez. Una estupidez que ha acompañado al ser humano en todo su devenir pero que hoy parece haber sentado sus bases con mayor preeminencia, impulsada por fenómenos como el de la posverdad y el miedo a ser tildado de políticamente incorrecto con los problemas que esto podría ocasionarnos. Por eso, aunque lo políticamente correcto nos parezca muchas veces estúpido, absurdo -aunque, claro, generalmente un absurdo interesado-, optamos por el silencio (prólogo). Afirma, que las personas inteligentes pueden defender sin dejar por ello de serlo y tienen en cuenta los siglos de reflexión, avances científicos y el pensamiento actual no puede prescindir de esta larga tradición. Y recalca que los tontos no la tienen en cuenta y suelen optar por dos salidas: o apuntan a la última moda filosófica o se aferran a sus posiciones de siempre sin admitir ninguna rectificación. Es contrario de aquello que hacen los sabios. Pues estos dudan, nunca están satisfechos con lo que ya saben, y el apego a la razón les dice que siempre deben seguir aprendiendo. Y en contraposición explica la clasificación de los tontos, idiotas y necios que nos rodean. Todos tenemos algo de tontos, idiotas y necios. Los hay a medias, a ratos, medio-medio, para una cosa y no para otra. Pero está el de solemnidad, de tiempo completo, el que no abre la boca sino es para soltar una necedad, el que no hay por dónde cogerlo. Mientras que los inteligentes tienen ideas, cambian de ideas, argumentan porqué cambian de ideas. Los otros, resuelven su carencia con la falta de ideas propias. La estupidez se desarrolla alimentándose de su propia sustancia, y por eso ante ella nunca se ha de callar. Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis. Y así cunden más hasta el punto de que no hay necedad que no consiga hacerse un lugar, ni despropósito que no encuentre su asiento, ni estupidez que no obtenga partidarios. La estupidez es amnésica, y propicia lo intelectualmente fácil, lo personalmente cómodo, lo socialmente inútil. Este autor nos da unas recetas sensatas y sabias para disminuir los males que causa la estupidez humana. ¿Tendremos la disposición?. Es urgente.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Ádministración Pública + Teclogizada

Columna publicada en el Diario la Nación el 05/02/2020

Ahora que llegaron nuevos gobernantes locales a la Administración Pública, lo ideal es que éstos vengan impregnados en cuerpo, mente y corazón y, también decididos a continuar la implementación de la IV revolución industrial en los entes territoriales y demás establecimientos públicos. De no ser así, estarían en el lugar y momento equivocado. El reto es introducir la inteligencia artificial y la robótica y digitalizar la administración pública para lograr mejores estándares en eficacia y eficiencia y preste mejores servicios a los ciudadanos, completamente alejada del modelo clientelista y corrupto del que no ha podido salir (modelo patrimonial). Ya es un cliché, que la tecnología la tenemos a disposición en todas partes. Pero, pareciera qué en la administración pública, a propósito, no quisiera penetrar. Los servidores públicos que superan los 40 años, son los que más están sufriendo en su incorporación. Pero eso dejó de ser un obstáculo y se ha convertido en un desafío. Hoy es una realidad. O nos entrenamos en inteligencia artificial y robótica dentro del servicio público, o sencillamente, el pavimento nos espera. Muchos cargos públicos desaparecerán en los próximos 5 años (40%). Como también diversas instituciones lo harán o redefinirán su capacidad institucional. Estonia, es en la actualidad uno de los países que más ha introducido la digitalización de su administración pública, por no mencionar otros. Es decir, los modelos burocráticos, gerencial y de gobernanza, con la masificación de la tecnología por parte de los dirigentes públicos o gobernantes, serán completamente minados.  Lo que debe predominar a partir de la fecha, son secretarías de despacho que controlen robots-humanoides que procesan y controlan los procesos y procedimientos correspondientes. Al mejor estilo del metagobernador de Dubai, que prácticamente es un robot. Lo que nos plantea lo anterior, es que tanto los políticos como los gestores públicos, deberán reformular la gestión pública con las tecnologías, aprovechando como vehículo impulsor, los nuevos planes de desarrollo. Es la oportunidad.  Hoy lo que pulula es la información o datos debido a las plataformas, motores de búsqueda o redes sociales. Datos abiertos de lo que se ha denominado gobierno abierto. Pero lo que no tenemos, es quién los procese, analice y tome decisiones inmediatas. En ello, es que ayudará la inteligencia artificial (algoritmos) y la robótica. Necesitamos un pacto social con prospectiva que deberá quedar incorporado en estos planes de desarrollo, en el que la tecnología sea predominante y juegue un papel muy importante en los próximos años. La administración pública aquí no debe ser un actor marginal. Tampoco la empresa privada no debe ser la única que innove e incorpore tecnología a sus procesos misionales. Bien es sabido que ésta no defiende bien el interés general y común, como tampoco lo haría una ong. El único actor que lo debe hacer es la administración pública bajo la democracia representativa. Necesita administrar bien los datos y la información. Para ello, los departamentos y municipios tendrán que crear una Unidad de Gobernanza de Datos para administrar bien la información de todas las áreas y el gobernante tome oportunas decisiones bajo el esquema de una gobernanza pública.