ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Ádministración Pública + Teclogizada

Columna publicada en el Diario la Nación el 05/02/2020

Ahora que llegaron nuevos gobernantes locales a la Administración Pública, lo ideal es que éstos vengan impregnados en cuerpo, mente y corazón y, también decididos a continuar la implementación de la IV revolución industrial en los entes territoriales y demás establecimientos públicos. De no ser así, estarían en el lugar y momento equivocado. El reto es introducir la inteligencia artificial y la robótica y digitalizar la administración pública para lograr mejores estándares en eficacia y eficiencia y preste mejores servicios a los ciudadanos, completamente alejada del modelo clientelista y corrupto del que no ha podido salir (modelo patrimonial). Ya es un cliché, que la tecnología la tenemos a disposición en todas partes. Pero, pareciera qué en la administración pública, a propósito, no quisiera penetrar. Los servidores públicos que superan los 40 años, son los que más están sufriendo en su incorporación. Pero eso dejó de ser un obstáculo y se ha convertido en un desafío. Hoy es una realidad. O nos entrenamos en inteligencia artificial y robótica dentro del servicio público, o sencillamente, el pavimento nos espera. Muchos cargos públicos desaparecerán en los próximos 5 años (40%). Como también diversas instituciones lo harán o redefinirán su capacidad institucional. Estonia, es en la actualidad uno de los países que más ha introducido la digitalización de su administración pública, por no mencionar otros. Es decir, los modelos burocráticos, gerencial y de gobernanza, con la masificación de la tecnología por parte de los dirigentes públicos o gobernantes, serán completamente minados.  Lo que debe predominar a partir de la fecha, son secretarías de despacho que controlen robots-humanoides que procesan y controlan los procesos y procedimientos correspondientes. Al mejor estilo del metagobernador de Dubai, que prácticamente es un robot. Lo que nos plantea lo anterior, es que tanto los políticos como los gestores públicos, deberán reformular la gestión pública con las tecnologías, aprovechando como vehículo impulsor, los nuevos planes de desarrollo. Es la oportunidad.  Hoy lo que pulula es la información o datos debido a las plataformas, motores de búsqueda o redes sociales. Datos abiertos de lo que se ha denominado gobierno abierto. Pero lo que no tenemos, es quién los procese, analice y tome decisiones inmediatas. En ello, es que ayudará la inteligencia artificial (algoritmos) y la robótica. Necesitamos un pacto social con prospectiva que deberá quedar incorporado en estos planes de desarrollo, en el que la tecnología sea predominante y juegue un papel muy importante en los próximos años. La administración pública aquí no debe ser un actor marginal. Tampoco la empresa privada no debe ser la única que innove e incorpore tecnología a sus procesos misionales. Bien es sabido que ésta no defiende bien el interés general y común, como tampoco lo haría una ong. El único actor que lo debe hacer es la administración pública bajo la democracia representativa. Necesita administrar bien los datos y la información. Para ello, los departamentos y municipios tendrán que crear una Unidad de Gobernanza de Datos para administrar bien la información de todas las áreas y el gobernante tome oportunas decisiones bajo el esquema de una gobernanza pública. 

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