ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

viernes, 25 de junio de 2021

GRAVES RETROCESOS EN DDHH

 Columna publicada en el Diario la Nación el 23/06/2021

La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en su reciente intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, entorno a la violación de derechos humanos en Colombia, expreso que “se están presentando los mayores y más graves retrocesos de derechos humanos en el mundo que ha visto en su vida y que para recuperarse de eso se necesita una visión conjunta con una acción concertada”. No sólo trajo a colación los 56 muertos y las 49 víctimas de violencia sexual ocurridos en el marco del paro nacional, sino que también hizo alusión a la necesidad del cumplimiento de la implementación del Acuerdo de Paz para superar los conflictos en nuestro país y, de paso, generar confianza en la población. No me imagino el informe entonces de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la visita recientemente efectuada. Supongamos que convocáramos un proceso de rendición de cuentas de los observatorios de derechos humanos, de todas las personerías, defensorías, fiscalía, procuraduría, bienestar familiar, juzgados y de todos los promotores y defensores de derechos humanos y sus colectivos, como a las altas consejerías presidenciales para los derechos humanos y la equidad de la mujer para conocer la situación real sobre violación y negación de derecho humanos y derecho internacional humanitario en Colombia; y el panorama no sería alentador. Sólo basta el hallazgo de la cabeza de un joven en una bolsa negra arrojada desde una moto el domingo anterior en el callejón el Delirio, corregimiento de Aguaclara en Tulúa, Valle como símbolo de la degradación que estamos presenciando. Para no ir tan lejos, el asesinato de la hija de uno de nuestros concejales del Municipio del Pital. Podríamos seguir sin terminar los hechos abominables que comprometen la vida y la dignidad de las personas de todas las edades, género y localidades y de los diferentes sectores de la sociedad y que están relacionados con un terrible panorama de los derechos humanos. ¿Qué nos está pasando?. ¿Nos está ganando la descomposición del cuerpo o la autodestrucción de todas las escalas de valores y normas construidos en este mundo social?. No se entiende, que a pesar de numerosos programas en temas de la dignidad humana, derechos humanos, derecho internacional humanitario, sistema nacional de derechos humanos, institucionalidad de derechos humanos, aumento de penas, incluso el establecimiento de la cadena perpetua, no se observe la disminución de las estadísticas de personas lesionadas, asesinadas, desaparecidas, violadas, mutiladas, etc. Cómo no recordar el caso del joven que venía del Perú y, unos sinvergüenzas los cogieron y lo tiraron del puente, sólo por verlo caer. Algo enfermizo ocurre en esta sociedad. No le estamos prestando la mayor atención a las enfermedades mentales (psicosociales), problemas económicos, entre otros, que están dejando al descubierto nuestra vulnerabilidad en la convivencia en colectivo. Esta pandemia, al parecer, ha puesto al descubierto con mayor visibilidad la afectación de derecho humanos en todos los órdenes. ¿Cómo trabajar esa visión conjunta y acción concertada para recuperarnos de esa autodegradación y autodestrucción?.


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