ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

sábado, 30 de abril de 2022

¿VICEPRESIDENTE HUILENSE?

 Columna publicada en el Diario la Nación el 30/03/2022


Por varios años, principalmente en la década de los 90s, monseñor Libardo Ramírez Gómez nos acostumbró con su comentario semanal o reflexiones que realizaba en el Diario del Huila y que luego hicieron parte de su obra “pensando en voz alta”. Escritos de inspiraron para cumplir el sueño de opinar en un diario, y frase utilizada para referir cualquier tema que genera inquietud, participación, o que implique trascendencia o incidencia. Cómo no pensar en voz alta con todo lo que está ocurriendo en el mundo: conflictos, pobreza, hambre, desigualdad, discriminación, desempleo, violación de derechos humanos, carencia de oportunidades, etc., que está agobiando a la sociedad y que nos tiene ad- portas de estallidos sociales más duros y sin precedentes. La pandemia nos ha dejado sensibles. Apenas estamos despertando. Cómo no pensar en voz alta, las contradicciones entre el deber ser y lo que está ocurriendo. Cómo no pensar en voz alta, las acciones actuales para lograr una transformación de país, si los hechos y fenómenos políticos actuales constituyen su posible base o fundamento para su logro. Cómo no pensar en voz alta todos los aprendizajes en el marco de estas elecciones surtidas para el congreso y lo corrido de la contienda electoral para presidente de la república. Se requiere estar sordo, ciego, mudo y también congelado para no pensar en voz alta. Por no decir, tontos. Pero situemos la reflexión o el pensamiento en voz alta en este caso en particular, con la fórmula vicepresidencial que recae en Rodrigo Lara Sánchez en sus aspiraciones para acompañar un candidato presidencial y llegar a la Casa de Nariño como mandatario de los colombianos. Lo maravilloso de la política, es que la misma es dinámica: genera emociones, desencuentros, pasiones, odios, pero también esperanza en la posibilidad de construir un mejor mañana. Por algo, según Aristóteles, una vida política activa, en la que los ciudadanos deliberen, gobiernen y construyan la polis, equivale a una vida buena y feliz. El punto está en la deliberación. En ciencia política, deliberar es un proceso previo a la toma o adopción de decisiones en donde los ciudadanos involucren sus diferentes puntos de vista, así como los hechos o fenómenos relevantes en un permanente dialogo interpartes o de manera conjunta sobre diferentes opciones posibles dentro de un pensamiento crítico y, dónde se logre ampliar todas sus perspectivas, opiniones, entendimientos y diferencias. Dicho esto, se ha presentado una oportunidad única, por no decir aristotélica, de realizar una amplia deliberación sobre la oportunidad a la vista con Rodrigo Lara Sánchez. Triste y lamentable que no se aprenda del fracaso en las elecciones legislativas. Y también, patear la lonchera en las presidenciales. Desde 1989 observo el panorama político huilense. Y antes que avanzar, reculamos. Más bien, sea la coyuntura para unirnos y dialogar positivamente en las aspiraciones de uno de nuestros líderes que podría acercarse al logro que otra época obtuvieron José María Rojas Garrido y Misael Pastrana Borrero (únicos huilenses que fueron presidentes). Esa dinámica política que mencioné debe ponernos con un tapón en la boca, y ser más proactivos con nuestros propios paisanos. No me resisto, así no sea huilense, a seguir esperando desde el palco, con la vista gorga o como mero espectador, que sean los de otros lados los protagonistas de la construcción de nuestro país. Menos mezquindad. ¡Es posible un vicepresidente huilense!. Si señores.  


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