Vivimos en un e-Mundo 2.0 y 3.0 abierto y participativo con tecnologías móviles y contenidos digitales y audiovisuales permanentemente conectados. Esa conexión está generando “los ecosistemas tecnológicos de aprendizaje” y novedosas formas de aprender en medio de nuevos paradigmas que involucra la tecnología, como son: 1.- Una nueva forma de aprender en espacios comunes, 2.- Nuevos conceptos de administración digital y, 3.- Nuevas formas de comunicación y trabajo cooperativo.
Dentro de esta convivencia, es imperativo permitir y facilitar que todos los docentes encuentren y creen un entorno de aprendizaje que se adapte a sus formas de generar saber con los estudiantes; pues éstos son usuarios versados en la tecnología, internautas, ágiles, multifuncionales, trasponen y extrapolan y tienen una visión infinita del conocimiento de un modo más amplio que los mismos educadores.
A los chicos de hoy, a manera de ejemplo, ya no les llama la atención los libros gruesos y aburridos de las bibliotecas desactualizadas. Tal vez, no somos conscientes que actualmente, desde el preescolar al grado once y, también en educación superior, los textos o referencias bibliográficas de sus asignaturas o cursos académicos están o prontamente van a estar digitalizados de manera gratuita, con juegos educativos, videos y proyectos disponibles en diferentes formatos en internet
Si bien es cierto, no todos tienen acceso a la web, computador o aparato electrónico de lectura como los “Kindles” o “Smartphones” y, mucho menos esperanzas de ser facilitados por las instituciones educativas; no podemos quedarnos como espectadores y dejar que esa brecha se aumente entre ricos y pobres, como tampoco seguir imprimiendo y fotocopiando textos desactualizados o costosos para miles de estudiantes cuando estos ya están disponibles en la red de forma gratuita para bajarlos y estudiarlos a la hora y en el tiempo que deseen de manera apasionante y divertida.
El reto de los educadores está en ponernos a la vanguardia de estos cambios y aplicar o producir directamente los textos, cursos a asignaturas digitales flexibles que se puedan personalizar y añadir cosas, contextualizarlos, usarlos en internet, guardarlos en discos duros o memorias, imprimirlos, incluirles videos, objetos virtuales de aprendizaje y superar esas barreras mentales o viejos paradigmas centrados en la enseñanza (con un docente de tiza, tablero y lengua) que evite gastar dinero con libros físicos, cuando sus contenidos deseados pueden obtenerse gratis en la red.
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