En esta semana, con las horas contadas para los diferentes candidatos, después de una larga campaña, de socialización de sus planteamientos, obtención de avales, dinero invertido, deudas acumuladas, seguidores encantados, pérdida de la vida privada, lamentos de quienes se quedaron en el camino por diferentes razones, entre otros aspectos; me viene a la mente un personaje valioso, que rápidamente olvidamos, pero que sin duda alguna, desde que se inició la elección de Alcaldes siempre estuvo presente en estas contiendas electorales, bien consiguiendo electores o colaborándoles para quiénes consideró que serían sus amigos (pero que hoy lo olvidaron). Los que no hemos dejado de cumplir estas citas con la democracia, allí lo veíamos al frente de esa batalla. Realmente nos ha hecho falta en estas elecciones porque su actuar siempre nos llamó la atención y por ello lo acompañamos en sus metas. Personalmente, como estudiaba en el Nacional Simón Bolívar, lo observé inicialmente desde allí disputando los escenarios políticos y, por ello, constituyó no sólo para mí sino también para los de mi generación, un referente en liderazgo político. Se trata del Doctor Jaime Bravo Motta. Una justa democrática en el Huila sin Bravo, ya es un vacío. Algo falta. No obstante, su esposa, la doctora Liliana Vásquez ha seguido con sus banderas, primero con la aspiración de llegar al Congreso, pero que por salidas salomónicas, no se concretó. Ahora, sigue firme con la idea de ser la próxima Alcaldesa de los Garzoneños. Es decir, donde todo comenzó para el Doctor Bravo. De donde no se ha ido y no se debió ir. Quiere decir, de donde sigue más vigente que nunca. Las encuestas, contra viento y marea la posicionan muy bien. Con seguridad la ciudadanía finalmente se inclinará y la acompañará, no sólo por ser la esposa del Ex -Alcalde, Ex -Gobernador y Ex -Senador, sino por su preparación, carisma y conocimiento sobre administración pública. También, porque nos ha transmitido la tenacidad con la que le ha tocado enfrentar y asumir la coyuntura familiar con la más alta dignidad sin abandonar sus deberes y compromisos personales y profesionales ni un instante. Tal como están las cosas, sería una voz o pronunciación del pueblo sin precedentes de respaldo para que sea Alcaldesa de Garzón. Creo que será ejemplar su administración municipal.
Columna publicada hoy en el Diario la Nación