ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

jueves, 31 de mayo de 2012

DE MICRO A MACROCRIMINALIDAD

Quienes de alguna manera conocemos más de cerca el nacimiento y la metamorfosis de la Fiscalía General de la Nación, quedamos sorprendidos con el amplio reportaje a un medio de prensa escrito por parte del recién posesionado Fiscal, sobre la dificultad en la implementación del sistema penal acusatorio y el rol cumplido históricamente por su, ahora, institución.  ¿Que estarán proyectando nuestros fiscales, jueces, magistrados y, abogados de nuestro Departamento, cuando se nos dice sin tapujos que aún no sabemos ni hemos interpretado muchas figuras del sistema acusatorio?, ¿Qué aún no hemos logrado criterios únicos ni igualdad en su interpretación?, ¿Qué no lo hemos hecho compatibles con garantías consagrados en tratados internacionales, incluso, por carencia de capacitación?, ¿Qué no hay coordinación entre los mismos fiscales, sus dependencias y el cuerpo técnico de investigación?, ¿Qué pareciera que no nos dimos cuenta que en Colombia se pasó de la criminalidad individual a la gran macrocriminalidad con graves violaciones a los derechos humanos?, y que de paso, ¿no tenemos ni idea de investigación científica en el tratamiento de la prueba técnica?. Si fuera fiscal o trabajará en la entidad, el golpe hubiese sido muy duro. No sólo porque otra vez se dan argumentos para justificar un revolcón en el organismo y que dicho sea de paso, el motivo para enviar a todos sus funcionarios (11352 fiscales y 9230 del CTI) a la Universidad sin importar si es presencial o no (esto sería extensivo para los demás miembros de la rama judicial), especialmente a aquellos que no han ido más allá de Aipe y, por supuesto, no han salido del país, a que se capaciten (pero con expertos extranjeros, dado que aquí no sabemos) para que así se encarrilen en las técnicas modernas de investigación, tengamos mejores analistas, excelentes investigadores sobre corrupción, apliquemos tecnología a la investigación criminal, aprendan de justicia transicional, a investigar en desplazamiento forzado, adquieran experticia en derecho penal, teoría del delito, teoría general (estructuras )de imputaciones del derecho penal de nuestro país y del derecho penal internacional y sus categorías, conocedores del derecho constitucional y derecho internacional de los derechos humanos y humanitario, al igual que la comprensión de los nuevos paradigmas del derecho penal que se dan cada 30 años. Como docente de áreas de derecho, quedé perplejo. Fiscales, tienen la palabra. ¿y la sociedad?.

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