Jueves, 23 Mayo 2013 00:00
Siempre he cuestionado en las aulas de clases
a los estudiantes, especialmente de derecho y administración pública,
sobre la apatía en cuanto a la participación en movimientos políticos y,
en general, en los distintos mecanismos de participación ciudadana. El
hecho de que ellos no se involucren en la actualidad ni siquiera en una
Junta de Acción Comunal, de por sí es supremamente crítico. Ese lujo se
lo dio única y exclusivamente el presidente Santos. Pero este es un caso
exótico en la historia colombiana.
Sin embargo, al analizar el interés de los jóvenes en las últimas elecciones en el Huila y, el hecho de observar el entusiasmo de otros promoviendo (quizás quijotesco) la revocatoria del Congreso, me transporta al gran movimiento generado con la séptima papeleta en 1990, donde ejercí mi primer voto y me apasioné por no perder la oportunidad de ejercer este derecho.
Ver el carro móvil, la aventura y la convocatoria promovida por el parlamentario más joven del país (por esa línea me hubiese gustado ver a mi compañero de estudio y hoy desdibujado Senador “Chichigua” Carlos Ramiro Chávarro bautizado así por mi colega columnista) para impulsar la revocatoria del Congreso, mejor de congresistas; me ha llenado de emoción, entusiasmo y alegría, porque lo reclamado en mis clases si se está cumpliendo en diferentes escenarios, no por estos estudiantes, sino por otros con más verraquera.
No dudaría en predecir que en el Huila, saldrían, por lo menos unas cien mil firmas para revocar a los actuales padres de la patria, si tuviésemos el tiempo suficiente. Pero como la idea es que esto aplique para los próximos que serán elegidos en marzo, deberíamos empezar castigando o mejor premiando a los actuales para que no regresen al Congreso, sino que hubiese una renovación completa de los mismos.
Todos los jóvenes como tarea, deberían saber cuánto gana un parlamentario (su sueldo básico, viajes nacionales e internacionales, cargos o unidades de trabajo legislativo del que disponen, gabelas en las que pueden participar), por lo menos, a los estudiantes que tengo oportunidad de entregarles estas cifras, ya ni se sorprenden, a lo cual, de añadidura les agrego el valor total del valor de la nómina de congresistas huilenses, versos la rendición de cuentas que le hacen a la región. Todos concluyen, bienvenida la revocatoria de congresistas. Buen punto jóvenes.
Sin embargo, al analizar el interés de los jóvenes en las últimas elecciones en el Huila y, el hecho de observar el entusiasmo de otros promoviendo (quizás quijotesco) la revocatoria del Congreso, me transporta al gran movimiento generado con la séptima papeleta en 1990, donde ejercí mi primer voto y me apasioné por no perder la oportunidad de ejercer este derecho.
Ver el carro móvil, la aventura y la convocatoria promovida por el parlamentario más joven del país (por esa línea me hubiese gustado ver a mi compañero de estudio y hoy desdibujado Senador “Chichigua” Carlos Ramiro Chávarro bautizado así por mi colega columnista) para impulsar la revocatoria del Congreso, mejor de congresistas; me ha llenado de emoción, entusiasmo y alegría, porque lo reclamado en mis clases si se está cumpliendo en diferentes escenarios, no por estos estudiantes, sino por otros con más verraquera.
No dudaría en predecir que en el Huila, saldrían, por lo menos unas cien mil firmas para revocar a los actuales padres de la patria, si tuviésemos el tiempo suficiente. Pero como la idea es que esto aplique para los próximos que serán elegidos en marzo, deberíamos empezar castigando o mejor premiando a los actuales para que no regresen al Congreso, sino que hubiese una renovación completa de los mismos.
Todos los jóvenes como tarea, deberían saber cuánto gana un parlamentario (su sueldo básico, viajes nacionales e internacionales, cargos o unidades de trabajo legislativo del que disponen, gabelas en las que pueden participar), por lo menos, a los estudiantes que tengo oportunidad de entregarles estas cifras, ya ni se sorprenden, a lo cual, de añadidura les agrego el valor total del valor de la nómina de congresistas huilenses, versos la rendición de cuentas que le hacen a la región. Todos concluyen, bienvenida la revocatoria de congresistas. Buen punto jóvenes.