Jueves, 12 Septiembre 2013 00:20
En una de mis columnas del 26 de noviembre del año pasado (no acatamos fallo), en otra (sí al juicio de responsabilidad), no sólo me sumaba a las voces de los sanandresanos sobre el desacato al fallo de la Corte de La Haya con relación a la pérdida de parte de nuestro mar, sino también a la de todos los colombianos dentro de los que incluyo al ex presidente Uribe que manifestó inmediatamente su posición personal; pero que al final guardamos prudencia ( con mucha ansiedad) para esperar un pronunciamiento oficial de nuestro Jefe de Estado, de gobierno y suprema autoridad ( que lo dilató como ha hecho todo), a fin de recibir ese anuncio (no en la versión de todos los efectuados e incumplidos) como ocurrió el pasado lunes y del cual ha recibido, especialmente en las redes sociales, todo tipo de conjeturas, más negativas que positivas porque quizás nos dejó en las mismas.
El hecho de no pronunciar “un no acatamiento” por el de inaplicabilidad, en versión de Serpa, no es ni chicha ni limonada. En realidad, con los decretos y puntos expresados no aporto novedad alguna dentro de las tesis del derecho internacional público para continuar con la defensa de lo que hemos tenido por casi doscientos años. Más bien, le votó la pelota y gran responsabilidad a la Corte Constitucional. Siempre esperé un discurso y acciones más contundentes.
Pero corrí con ingenuidad en que lo haría pronto y no en un escenario donde necesitaría aprobación popular para subir en las encuestas a causa de todos los errores que se le han sumado. En otras palabras, no en demagogia y populismo previo a unas elecciones (o reelección). ¿Fue demasiado tarde?, ¿volver a firmar un tratado?, ¿cuándo hará el trámite ante la Corte Constitucional?, ¿una distracción más a nivel interno para que cambiemos de chip?, ¿acaso el seeflower no está protegido por las naciones unidas?, ¿Cuándo y cómo hará la protesta con los amigos vecinos?, ¿acaso seríamos los únicos en el mundo en no acatar este tipo de fallos?, ¿ eso ya no la había advertido el Vicepresidente Angelino?, ¿modificaremos el tratado Esguerra-Bárcenas?, ¿Ortega protestó?.
Da es tristeza escuchar las explicaciones de la Ministra de Relaciones Exteriores sobre la inaplicabilidad. Con franqueza y vehemencia: Los colombianos no acataremos fallo cueste lo que cueste.
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