Lunes, 28 Julio 2014 04:12
Columna Escrita por Obert Alejandro Ortiz en el Diario la Nación
En la pasada campaña electoral para la presidencia de la república, los candidatos realizaron propuestas concretas para eliminar la corrupción, fenómeno o enfermedad que carcome como un cáncer a la sociedad colombiana. Intenciones como las de promover un gobierno con voluntad política y manos limpias y la regulación de las veedurías; fortalecer la participación ciudadana e impulsar la organización social libre de maquinaria y mermelada, escoger funcionarios con base en el mérito, participación activa y transparente de gobernantes locales; colocar a los corruptos como objetivos de alto valor en el centro de la política criminal; conformar bloque de búsqueda contra los corrutos, impulsar estrictas veedurías y auditorías visibles; ejecución de recursos con honradez, transparencia, eficiencia y sin derroche.
La situación es que se han adoptado, expedido y reformado distintas normas como convenciones internacionales Conpes 167/13- política pública integral anticorrupción-, Estatuto Anticorrupción-Ley 1474/11, en contratación estatal, en derecho disciplinario, en procedimiento fiscal, etc. Normatividad conducente a aumentar las penas, eliminar subrogados y atenuantes, aumentar agravantes, ampliación de términos, entre otras estrategias y mecanismos. Incluso, se generara falta disciplinaria a los gerentes de entidades del Estado, sí además de cumplir estrictamente las disposiciones legales antes indicadas, no efectúan pedagogía o realizan los planes estratégicos anticorrupción y mapas de riesgos en sus instituciones. En este panorama, varias entidades han tomado el liderazgo para iniciar un cambio en esa lucha frontal contra la corrupción. Como ejemplo a seguir por la distintas entidades del Estado en el departamento del Huila, está la iniciativa de la oficina de Planeación y Desarrollo Institucional del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo que con el apoyo de la Escuela Superior de Administración Pública-Esap se capacitó a más de 200 funcionarios en estrategias y herramientas de lucha contra la corrupción y en el fortalecimiento del Plan Estratégico y el mapa de riesgos anticorrupción para dimensionar y asumir el compromiso en prevenir actos corruptos. La meta es, comprometer a sus más de 1500 personas vinculadas a la entidad en el pleno conocimiento de los fundamentos legales y de política pública en cuanto a la lucha frontal contra este cáncer, así como sus estrategias para prevenirla, involucrando directamente a la alta dirección, Junta Directiva y la Gerencia con un mensaje contundente a los huilenses y colombianos en general a partir de la fecha: cero corrupción. No es un sueño. Se quiere obtener la acreditación.