Martes, 19 Enero 2016 05:59 publicado en el Diario La Nación www.lanacion.com.co
Con los días transcurridos de la gestión de los gobernantes locales, ya tenemos algunas percepciones que resumen, bien la decepción de quienes apoyaron la causa del ganador o el hecho de la incertidumbre porque aún nada de nada. Lo cierto, es que si revisamos la nómina de todos los nuevos funcionarios de la administración tanto departamental como la de los municipios; lo único cierto es que la mayoría, por no decir todos, no están formados en la ciencia de la Administración Pública ni de temas de la Nueva Gestión Pública. Mucho menos en “estudios de lo público”.
Entendemos lo público no desde la autoridad, sino desde la publificación de productos, resultados e impactos (Output). También, a la politización de todos los asuntos que llevan a la visibilización, participación y deliberación de las demandas de la ciudadanía. Ni qué decir, del desconocimiento en el tema de políticas públicas. Esto es una lástima, máxime cuando según el presidente Santos, tendremos el reto de construir una Colombia mejor, después del proceso de La Habana.
Gobernantes y nuevos servidores públicos: recuerden que sea lo que sea, o como lo estén entendiendo, la Administración Pública como ciencia que es, para el caso colombiano, está inmersa dentro de una democracia. Esa democracia que tenemos, tiene unos juegos en el que participan unos actores (Estado, sociedad Civil y mercado) y en el que está presente las tres I (Ideas, Intereses e Instituciones) sobre lo público y, en la forma de resolver un problema público. El hecho de pertenecer a disciplinas distintas a la aquí enunciada, no les abroga el derecho para que entren pisoteando a las personas, jugando con su dignidad humana y, mucho menos, mirar con el espejo retrovisor considerando que todas las personas (burocracia) que quedaron en la planta de personal y que no pueden ser cambiadas, sean corruptas. No señores. Muchas de las personas que les ayudaron, ya están indicando y colocándoles plazo de máximo dos o tres meses para que entiendan esto.
Necesitamos es precisamente, la recuperación de lo público. Por lo tanto, en esa tarea, debemos dirigir nuestras acciones y pasos gigantes en lo que el ciudadano más quiere: que precisamente incorporemos la democracia y gobernemos más para la mayoría. Que entendamos lo que significa el bien común, el interés público, el bien público y que así transitemos en la gobernanza del bien y del interés común. Aquí es urgente comprender el nuevo rol de los ciudadanos que participan y contribuyen a solucionar. Quien ingresa a la Administración Pública, no puede levitar. Ni sentirse superdotado o superhéroe. Ni pretender que su gestión será como en la empresa privada. Urgente: Diálogo, más Diálogo con todos…
Entendemos lo público no desde la autoridad, sino desde la publificación de productos, resultados e impactos (Output). También, a la politización de todos los asuntos que llevan a la visibilización, participación y deliberación de las demandas de la ciudadanía. Ni qué decir, del desconocimiento en el tema de políticas públicas. Esto es una lástima, máxime cuando según el presidente Santos, tendremos el reto de construir una Colombia mejor, después del proceso de La Habana.
Gobernantes y nuevos servidores públicos: recuerden que sea lo que sea, o como lo estén entendiendo, la Administración Pública como ciencia que es, para el caso colombiano, está inmersa dentro de una democracia. Esa democracia que tenemos, tiene unos juegos en el que participan unos actores (Estado, sociedad Civil y mercado) y en el que está presente las tres I (Ideas, Intereses e Instituciones) sobre lo público y, en la forma de resolver un problema público. El hecho de pertenecer a disciplinas distintas a la aquí enunciada, no les abroga el derecho para que entren pisoteando a las personas, jugando con su dignidad humana y, mucho menos, mirar con el espejo retrovisor considerando que todas las personas (burocracia) que quedaron en la planta de personal y que no pueden ser cambiadas, sean corruptas. No señores. Muchas de las personas que les ayudaron, ya están indicando y colocándoles plazo de máximo dos o tres meses para que entiendan esto.
Necesitamos es precisamente, la recuperación de lo público. Por lo tanto, en esa tarea, debemos dirigir nuestras acciones y pasos gigantes en lo que el ciudadano más quiere: que precisamente incorporemos la democracia y gobernemos más para la mayoría. Que entendamos lo que significa el bien común, el interés público, el bien público y que así transitemos en la gobernanza del bien y del interés común. Aquí es urgente comprender el nuevo rol de los ciudadanos que participan y contribuyen a solucionar. Quien ingresa a la Administración Pública, no puede levitar. Ni sentirse superdotado o superhéroe. Ni pretender que su gestión será como en la empresa privada. Urgente: Diálogo, más Diálogo con todos…
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