Columna publicada en el Diario La Nación, el 10 de febrero de 2017 www.lanacion.com.co
¿Dónde está la Sociedad Civil?. Entendida como aquella que está organizada y
hace contrapeso al Estado, que efectúa control social y político de manera
incisiva. Si bien es cierto que este concepto de Sociedad Civil es muy difícil
de conceptualizar y precisar, en el imaginario colectivo representa un ideal
destinado a surgir de la disolución del poder político. Bobbio lo dio a
entender como el espacio donde surgen y se desarrollan los conflictos
económicos, sociales, ideológicos, religiosos que las instituciones estatales
tienen la misión de resolver mediándolos, previniéndolos o reprimiéndolos. Lo
anterior, sigue la línea de Marx y Engels que lo basan en el conjunto de las
relaciones interindividuales que están fuera o antes del Estado. Pero cuando hablamos
de políticas públicas, este concepto es tratado como la articulación entre las
instituciones y la sociedad. Es por este motivo que terminamos por hablar más
bien de actores. Habermas sí habla de los actores ya sean institucionales
organizados y no institucionales donde se desarrolla el conflicto. Al fin y al
cabo, no me interesa una clase sobre qué es sociedad civil. Lo que sí me motiva
a gritar, es que necesitamos más acción de los diferentes actores sociales,
mayor articulación y mejor entendimiento de ese espacio con relación al ideal
perseguido: Sociedad justa. En otras
palabras, más fuerza de la acción de la sociedad civil. No es un secreto que el
mundo ha cambiado, que tenemos nuevas formas de organización social, que hay
grupos de presión distintos y, que quienes están representado el Estado
(especialmente en los municipios), no tienen la formación y capacitación para
entenderlo, como tampoco para comprender y actuar sobre las implicaciones que
representa la gobernanza, metagobernanza, administración pública, gestión
pública, gerencia pública, mercado, estado, gobierno, políticas públicas, partidos
políticos, democracia y participación. Cada vez los intereses de esos actores son
más específicos. Esas representaciones que aparentemente se tienen en los
distintos comités, consejos o juntas directivas promovidas por los municipios o
por la gobernación no garantiza la participación de todos. Esos grupos
representativos que se han formado con la vieja tradición, responden es a intereses
particulares. Quizás por ello la apatía en la participación. Pero, ¿cómo
construir o fortalecer sociedad civil, si estamos fallando en la rendición de
cuentas públicas?. ¿Cómo actúa una sociedad civil si desconoce información que
tienen las diferentes entidades y que son necesarias para empoderarla?. Un
ejemplo, es el boletín semanal que genera la Dirección Seccional de Fiscalías sobre
el comportamiento de la actividad delincuencial en el Huila y que sólo conoce
el Alcalde de Neiva y el Gobernador. Sumado al desconocimiento de estadísticas
de juzgados, procuraduría, contraloría, defensoría, Comisarías de Familia, oficinas
de control interno disciplinario, centros de conciliación, comisiones de
Convivencias de las JAC, Personerías y hasta del ICBF. Fíjense, sólo este caso.
Entonces ¿cómo actuar?. Se necesita fortalecer la sociedad civil. ¿Cómo?.
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