Es una alegría excepcional, estar vivo en el día de hoy,
para sumarme junto a todos aquellos que de verdad sentirán el cumpleaños número
405 de la capital huilense. Quiero ser testigo único, como nunca haya ocurrido,
y hacer parte de las celebraciones que se lleven a cabo, de los actos y eventos
culturales, de los homenajes, de los discursos y de la historia que hoy se escriba;
con el propósito de ser contagiado, enamorado, y llevar en mi mente, corazón y
alma, a esta ciudad que cada día más va tomando forma cosmopolita. Gritaré
durante unas cuantas veces: ¡viva Neiva!, para indicar que estamos de fiesta,
que no olvidamos sus fechas de fundación, ni tampoco a quienes contribuyeron
para que aquí quedara sentada una urbe, y mucho menos olvidar su historia. Pero
también, lanzaré otro par de gritos para indicar que no sólo es festejo durante
este día. Esos otros gritos serán: ¡Neiva está viva!, para que le llegue a
todos los neivanos, donde quiera que estén, y a los que no somos de Neiva, pero
que ya estamos penetrados con su calor y acogida; para que reflexionemos sobre
el presente y futuro de esta importante ciudad anclada en el sur de Colombia.
En el presente, por toda la problemática que se vive en materia de espacio
público, de vías, salud, educación, infraestructura, capital humano, etc. En el
futuro, porque tenemos que trabajar desde distintas formas: con tanques de pensamiento,
generación de nuevos proyectos, visión de ciudad, nuevos líderes, entre otros
aspectos; que transformen a Neiva, y esté a la vanguardia de lo que el mundo
impone o para forjar una identidad propia y auténtica. Tenemos todas y las
mejores bondades que la naturaleza nos haya podido dar. Es el momento de contar
con un movimiento élite que genere las bases para que se hagan visibles
diferentes mecanismos o estrategias para impulsar transformaciones de
infraestructura futuristas a través de Alianzas Público Privadas –APP en los
diferentes sectores: salud con hospitales modernos, educación con escuelas
realmente dotadas y adaptadas al mundo actual y de revolución digital, vías que
no parezcan de pueblo sino de metrópolis y con sistemas estratégicos de transporte
vanguardistas, etc. Hasta ahora, los gobernantes de Neiva han demostrado
timidez, o más bien desconocimiento, sobre las bondades que tienen las APP. Cada
Alcalde ha viajado junto a concejales y asesores a conocer experiencias
exitosas de otras ciudades en América Latina, incluso en el viejo continente,
pero ni siquiera han plasmado en un escrito lo que vivenciaron por sus periplos.
Las APP son otra opción, una nueva alternativa que no requiere que el Estado sea
el que haga las cosas, sino que le da un mayor rol al sector privado para lograr
obras de gran envergadura. Es hora de apostarle a ello. Viva Neiva, pero una
Neiva viva.
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