Si fuera o hubiese sido gobernador, alcalde, senador o representante a
la cámara, rector de universidad o institución educativa o líder de un
grupo de investigación en los último 4 años, sentiría vergüenza con las
palabras expresadas por el Director Nacional de Planeación quién
manifestó con sinceridad que “en el departamento del Huila se acumularon
61 mil millones de pesos en el Fondo de CTI, saldos no comprometidos a
31 de diciembre de 2016 por no tener la capacidad de formular buenos
proyectos en los temas de innovación, ciencia y tecnología. Lo peor, es
que sentencia, justifica o propone sacar el 60 por ciento de ese dinero,
es decir, 36 mil 600 millones de pesos para utilizarse en OCAD-PAZ y
OCAD Regional, y se puedan utilizar o gastar en infraestructura vial. Es
decir, nada de ciencia, nada de tecnología, y nada de innovación. Todo
por ignorantes en materia de elaboración de excelentes y buenos
proyectos. No son términos de quien escribe. Nos lo gritaron en la cara,
nos lo pusieron a leer y, fuera de eso, ni siquiera nos hemos
pronunciado. Los llamados expertos en investigación, los gestores y
promotores de investigación (incluidas universidades), los responsables
de viabilizar proyectos de investigación (en las Alcaldías y
gobernación); se durmieron en los laureles y se rindieron ante la
burocracia que significa tramitar proyectos ante un OCAD. Aún se sigue
esperando y añorando las poquitas migajas de recursos producto de un
convenio interadministrativo para promover estos temas. Sin son de
Ecopetrol, hasta mejor. Es una vergüenza porque en el Departamento
tenemos alrededor de unas 40 personas con doctorado (Ph.D), a quienes
con una magnífica decisión de gobierno, se les hubiese encargado el
montaje de más proyectos relacionados para poder amarrar los recursos de
este fondo y, no permitir que ahora los vayan a gastar en otras tareas,
donde sí se van a despilfarrar más rápido y tal vez no veremos ni el
humo. Otra vez más en la que no nos podemos desmarcar de aquel mensaje
ampliamente marcado desde la película del embajador de la India. Qué
oportunidad tan bella, para impedir de mil maneras que estos recursos no
se les de otra finalidad. Si ya fueron originados para ciencia,
tecnología e innovación, que así se queden. Máxime cuando el pasado
viernes fue aprobado en el congreso (Cámara), el Proyecto de Ley 215
“por la cual se dictan normas de fomento a la ciencia, tecnología e
innovación mediante la creación de Empresas de Base Tecnológica (SPIN
OFF)” y que ahora pasó para sanción presidencial. Ese eslogan del camino
es la educación, debe servir para este último pataleo de ahogado. Una
oportunidad invaluable para crear un grupo élite con todos los doctores
(Ph.D) del Huila, y otras fuerzas a fin de evitar que se esfumen
nuestros recursos.
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