En el marco de este proceso electoral y, a pocas horas de
elegir senadores y representantes a la cámara, así como de la definición (por
la consulta) de la nómina completa para la campaña presidencial; no podemos
hablar de un realismo mágico, sino de un realismo político. En esta campaña,
evidenciamos que el bipartidismo (partidos liberal y conservador) está en su
lecho de muerte. Situación que fue acelerada desde la Asamblea Nacional
Constituyente de 1991 que le dio vía libre a la constitución de nuevos partidos
políticos. Que en estos 26 años se ha ido depurando hasta quedar 16 partidos. En
las elecciones del próximo domingo, quedará evidenciada, aún más, sus heridas
moribundas. Jugará un rol para su salvación o no, el tema del umbral y la cifra
repartidora. Cuando uno observa la lista de 944 candidatos, pertenecientes a
estos16 partidos políticos, ya se reflexiona sobre la dificultad que enfrenta
el bipartidismo traído a colación. De este número anotado, 434 tienen historia
electoral. De los actuales senadores (102), 69 aspiran a repetir. 23, no se
postularán, pero sí entregan sus feudos o estructuras electorales a sus
familiares o alguien cercano. Para el departamento del Huila, tenemos el caso
del Senador Hernán Andrade que ha traspasado a su hermana este gran reto. En el
caso de la Cámara de Representantes sucede lo mismo. Es decir, unos desean
repetir porque les siguió gustando, otros no continúan, pero entregaron sus
banderas a sus más cercanos. Con todos los cuestionamientos que ello generó. Lo
cierto es que con algunas encuestas realizadas por firmas especializadas bajo
el modelo de probabilidad estadística, el 70% de los actuales congresistas,
repetirán curul. Entonces, las apuestas ya están. Sólo demos un repaso en el
tema de nuestro departamento. Así las cosas, el deseo de renovación que unos
cuantos pregonamos, está lejos de presentarse. Sólo una hazaña, permitirá
vislumbrar algunos casos. Pero no sólo será herido de muerte los dos partidos
mencionados, en esta ocasión, el partido de la U será un gran damnificado.
Quienes lo hicieron glorioso por su poderío en las regiones, están envueltos en
los mayores escándalos y algunos en la cárcel. No hay apuestas para su repunte
exitoso. Esto quiere decir, por todo lo que escuchamos en la radio, vemos por
televisión, leemos en la prensa escrita y vislumbramos en las redes sociales,
que lejos de continuar con el sello de liberales o conservadores, nos
enfrascamos en las opciones de derecha e izquierda. Validado cuando la formula
liberal ni truena ni suena. También, al no haber salido candidato propio del
partido conservador. Nada más claro, ya nadie se debate entre ser conservador o
liberal. Los candidatos que se desmarcaron de ello, son los que están
interpretando eso sentimientos de cambio que reclaman los colombianos. ¿Qué
partidos se fortalecerán con las elecciones?.
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