En este tiempo, donde
cualquier consulta de carácter académica que debamos despejar o duda a
resolver, la primera herramienta que tenemos a disposición para lograrlo,
parece ser el internet a través de Santo Google. ¿En donde quedó el rol
protagónico de las bibliotecas, en particular de las bibliotecas
universitarias?. Toda la lucha, defensa y gestión realizada por unos pocos para
defenderlas al interior de las instituciones educativas y en las universidades
para que no quedaran ubicadas en el cuarto del olvido o de la basura o con
pésima infraestructura, dotación, mobiliario, enceres, estantería, salas de
investigación o de lectura, ¿estará confinada a desaparecer o ha perdido
identidad, a pesar de ser un verdadero patrimonio?. ¿Se perdió el esfuerzo de
unos cuantos líderes que contribuyeron en la asignación de presupuestos
robustos para su adecuado funcionamiento y gestión de servicios bibliotecarios?.
¿Ya no es necesaria la inversión en la adquisición de novedoso material
bibliográfico, documentación e información?. ¿Tampoco lo será la adquisición y puesta
en funcionamiento de los softwares más importantes a disposición de
estudiantes, docentes, administrativos y población en general en su proceso
investigativo, de lectura o sencillamente de consulta?. ¿No será importante
continuar la tarea de formar nuevos bibliotecarios y actualizar a los que ya lo
son?. ¿No necesitaremos más centros de documentación, por lo tanto, no debemos
evitar que se opaquen los vigentes?. ¿Cómo daremos cuenta de la nula, poca o
gran producción intelectual de nuestra comunidad, incluida la de docentes,
estudiantes, egresados y administrativos?. ¿Será que para los directivos o
rectores de las universidades, o de sus miembros de los consejos superiores
dejó de ser una prioridad la tarea que cumplen las bibliotecas?. ¿Porqué estos
mismos líderes no respetan los lineamientos aceptados, o su comunidad académica
no hace respetar los acuerdos generados sobre los lugares, usos, espacios y
propósitos con los que fueron construidas estas bibliotecas con visión de
futuro?. Sobre este último interrogante, es que quien fuera uno de los
directores de la biblioteca de la universidad surcolombiana por más de 25 años,
Luis Alfredo Pinto, ya pensionado; le han quitado su tranquilidad para poner en
conocimiento su queja y denuncia ante la universidad y ante las instancias
penales y de control, y exigir (ya como un ciudadano común e incorporado a la
sociedad civil) e impedir que las salas que fueron construidas después de una
larga espera y un gran sueño, sean destinadas a otros usos ajenos a su
proyección inicial. Pinto advierte: “No conozco ningún médico cerrando clínicas
ni hospitales ni menos bibliotecarios acabar con bibliotecas como lo afirman
mis detractores que no son pocos, les respondo en lenguaje coloquial, zapatero
a tus zapatos. Una universidad sin biblioteca no es posible. La biblioteca
central de la Usco no es de nadie en particular es patrimonio de los huilenses.
Restablezcan sus salas”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario