ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

jueves, 12 de julio de 2018

A CONSTRUIR CONFIANZA

Columna publicada en el Diario la Nación el 11/07/2018


Ahora cuando nos disponemos a repensar el país, bajo el eslogan “el futuro es de todos” y, que debe traducirse con los talleres democráticos en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2019-2022; tenemos la oportunidad más valiosa de aportar nuestro granito de arena en su construcción colectiva. Teniendo en cuenta todas las herramientas tecnológicas y de redes sociales que están a nuestro alcance, el no hacerlo (participar), nos dejaría en la condición de convidados de piedra. Peor, si nos ponemos a esperar que nos inviten, o a mirar qué nos dejan, lo cual nos dejaría en el rol de mendigos. Eso nunca. Estamos es en la obligación de efectuar nuestro aporte a esa visión de municipio, departamento y país, para que quede incorporado algo de lo que soñamos de una nueva Colombia, y que lo logren disfrutar, al menos, un poco en mejores condiciones nuestros hijos. Este proceso de prospectiva que se inicia, debe servir para que todo ese resentimiento, indignación y vergüenza que sentimos por los hechos que nos han aquejado y arropado con tanto dolor en esta patria querida, cedan y den paso a la reconstrucción de una nación basada en la confianza sincera y efectiva entre todos los ciudadanos y los gobernantes. Confianza que esté mediada o que exige una revolución moral donde asumamos una actitud positiva frente a la ética, cultura de la legalidad, transparencia y ruptura contra la corrupción. Ello será posible, pero depende de nosotros. Se requiere repensar, incluso, nuestro entorno. Uno que sea más favorable, basado en la legitimidad, competencia y efectividad. Es decir, un entorno con confianza. Tarea poco fácil. Pues en el foro realizado sobre los 60 años de la función pública colombiana (el estado del Estado), se advirtió que Colombia es un Estado mediano, débil, aún en construcción. Y en esta condición, los caciques se empotraron en los municipios; fluyó el clientelismo; se debilitaron los partidos; los alcaldes, gobernadores y senadores se volvieron multimillonarios; las élites regionales se apoderaron del poder; las administraciones locales se volvieron presas o botines para unos pocos; la justicia se delegó a la ilegalidad; el gobierno perdió el control territorial y debilitó su poder y control. No obstante, bajo la confianza sincera, se puede fortalecer el rol de la sociedad civil, un poder ciudadano en acción, una población con ejercicio de influencia, una ciudadanía viva y que haga vibrar sus redes con el control social efectivo, más pensante y, mucho más relacionada con la administración pública. Pero también, se reflexionó, que tenemos un Estado menos ambicioso, pero más ajustado y con espacios para la iniciativa privada y donde el emprendimiento permita desarrollarse. Si fuimos capaces de superar distintas etapas adversas en nuestra historia, podemos centrarnos en la construcción de una nueva, en los cimientos de la confianza sincera. 

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