Ante la pregunta realizada por caracol radio el día de
ayer: ¿Usted es optimista sobre el gobierno de Iván Duque que inicia?, y que en
tan solo 3 horas ya llevaba 7234 votos (con un resultado parcial por el Si:
51%, por el No: 45% y, 4% le es indiferente); invita a reflexionar
profundamente sobre el escepticismo, como también con relación al optimismo que
tenemos sobre esta nueva era de gobierno que comienza. Para los que vivimos la
participación ciudadana, con nuestra asistencia permanente a las urnas, esta
medición siempre está viva en nuestra personalidad. Personalmente sí le apunto
al optimismo, a la superación de la radicalización, o como algunos lo indican,
a la reducción de la polarización. Y como el camino es el del optimismo, el
sueño es embarcarnos para hacer de Colombia un gran país. Entre los retos que
tenemos, le apuesto más al fortalecimiento de las competencias de los
ciudadanos por el sendero de la ética y los valores para que seamos seres humanos
de bien; también al entrenamiento de las habilidades blandas dado el cambio que
nos depara en estos 4 años frente a la economía digital; y enfocar nuestros
esfuerzos para adoptar y apropiar los fundamentos de la economía naranja, como
pilar del crecimiento económico. Por lo tanto, el optimismo que me invade, es
que un alto porcentaje de la población colombiana se siente motivado como
resultado de un tsunami que ha inyectado más conciencia, autenticidad,
transparencia, ética y coherencia para actuar bien. Esto implica que no queremos
seguir tolerando los hechos corruptos que impiden superar diversas dificultades
para el bienestar de la gente. Este grupo de personas está actuando con el
corazón, bondad y compromiso. La ética está entrando en nuestros tuétanos para
cambiar el mundo, para que esté mejor, con un ideal diferente y pensando en el
ser humano con dignidad, libertad, amor y pensando en nuestro prójimo. En lo
tecnológico, es necesario comprender que si ya 31 millones de colombianos
tienen acceso a internet, de los cuales 65% está influenciado por redes
sociales, 34% de los millennials invierten su tiempo viendo videos en línea, 49%
de los clientes entre 29-36 años manejan aplicaciones, 60% de estos millennials
usan las redes sociales como fuentes de información, noticias, herramientas
colaborativas, 28% de los niños de 3-5 años usan tablets; que el pensamiento de
diseño, exponencial, disruptivo, reinvención, innovación, desmaterialización,
desmonetización y cambio, será el que se imponga; constituyen otra razón
poderosa para embarcarnos por el optimismo. Ahora, el hecho de dar prioridad a
la economía creativa para hacer del arte, música, patrimonio ancestral, diseño,
animación, nuevas tecnologías, industrias culturales tradicionales como
editorial, audiovisual, coreográfica, las creaciones funcionales, nuevos medios
y lo sociocultural, como otro pilar para el crecimiento económico, también me
embarca por el optimismo. ¿y Usted?.
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