Siempre
he cuestionado el rol de la Fiscalía General de la Nación, en particular,
frente al show que arman con el cuerpo técnico de investigación- CTI para
materializar las órdenes de captura a ciertas personas. No ha sido el actuar
solamente del actual Fiscal. También de los anteriores. Por supuesto, más de
unos que otros según su ego farandulero. Ello está presente en nuestro
imaginario. En el Huila, no hemos estado ajenos a estas acciones desmedidas de
poder de este ente de la rama judicial. Ojalá los ciudadanos del común,
tuvieran en sus manos, la cantidad de demandas, junto con sus pretensiones
económicas, como también de los fallos judiciales que ordenan indemnización en
su contra por este tipo de actuaciones, es decir, por privaciones injustas de
la libertad. Aún no he encontrado explicación del porqué llegar hasta este
punto límite de la Fiscalía. Cómo no recordar un par de ejemplos. No ir tan
lejos. El caso sonado del presunto desfalco con recursos de la salud y como
protagonista el Exdirector de Comfamiliar. Ya todos conocemos el resultado de
este gran show. Incluso, ya se habla en los corrillos del monto de las
pretensiones de una futura demanda en este entramado. Pero concentrémonos en el
verdadero show que tuvimos durante estos últimos días en la ciudad de Neiva con
los honorables concejales. No sólo
por lo que se observó en los medios de comunicación, sino en las distintas
redes sociales. Transmisión en directo de la captura que se volvió viral en un
par de minutos. Audiencias en el palacio de justicia, transmitidas en directo
también y con una altísima audiencia. Las imágenes de donde estaban
concentrados (privados de la libertad) los cabildantes como para generar en la
audiencia un sentimiento mayor, dependiendo los intereses personales. Y ni que
decir, la transmisión, también en directo del beneficio de libertad otorgado
por la juez que conoció el caso de la mayoría de los implicados en el proceso
correspondiente. No estoy aquí defendiendo ni acusando a los investigados. Como
tampoco, comprometiendo su principio de inocencia hasta que no sean
vencidos. Con toda la razón, alguno de
los defensores, manifestó en sus alegatos ante la juez, que en este procedimiento
judicial, se desconoció completamente los principios del pensamiento del
penalista alemán ( Claus Roxín) ampliamente conocido y aplicado por el propio
Fiscal anterior (bueno, por el Vicefiscal), pero que aquí quedó borrado. Esto
si es un mal precedente. Estamos completamente seguros, que sí la Fiscalía
hubiese seguido el procedimiento normal, sin este espectáculo, ninguno de los
Implicados se hubiese negado a las citaciones correspondientes ante la
instancia judicial. Tal vez, ya se hubiese avanzado más y, los verdaderos
responsables ya estarían tras las rejas. Y no, lo que ocurrió. Quedamos todos
como en la casita de Davivienda.
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