Cuando se observa el proceso que se lleva para elegir
Rector en la Universidad Surcolombiana, específicamente, la etapa de sensibilización
(reuniones, socialización de propuestas, foros, llamadas, …) ante los
diferentes estamentos de la institución (estudiantes, profesores,
administrativos y egresados) y a la comunidad en general, por parte de los
actuales candidatos a la rectoría a fin de captar su respaldo y apoyo en la
consulta a llevarse a cabo el próximo 27 del presente mes; es importante tomar
partido, dado que se trata de una de las instituciones más importantes para el
sur colombiano y para el país, en cuanto a generación de conocimiento y
desarrollo regional se trata. Quienes estamos vinculados con el sector de
educación superior, además de haber estado en las entrañas de esta universidad
en diferentes procesos y conocer su historia y legado, así fuera por un periodo
corto, se comprende y aprende a valorar el rol que cumple y la misión que tiene
para ejecutar. Esta institución sí que es de aquellos proyectos que se
diseñaron, formularon y ejecutaron con visión de futuro para responder a las
exigencias de un mejor país. Después de haber asistido a diversas reuniones y
foros de los distintos candidatos durante este proceso, de haberlos escuchado,
de conocer sus puntos estratégicos a implementar si es elegido(a) Rector(a), de
sopesar los pro y contra que cada uno ha despertado y manifestado, así como de
la crisis o deficiencias que tiene la universidad (en aulas, conectividad,
laboratorios, docentes, logística, posicionamiento con el entorno regional,
investigación, poco abordaje en temas de actualidad, baja producción de los
doctores,...), como también de lo que implica lo obtenido por su acreditación,
además de los efectos ocasionados por el escándalo de corrupción que ha tocado
y entrado más allá de sus puertas; me llama poderosamente la atención la
propuesta que viene sustentando la candidata Myriam Lozano Angel, cuyo título
de esta columna, responde a su eslogan: “la Universidad Surcolombiana, de cara
al futuro”. No sólo por el hecho de ser mujer. Sino también, por su meritoria
hoja de vida, liderazgo y principios que han guiado su gestión responsable y
transparente. Sin discusión alguna, dará neutralidad y es la mejor alternativa.
El hecho de no tener resistencia ante sus estamentos, permitirá que su
propuesta futurista se aplique para instaurar un modelo consensuado de
universidad adaptado a las necesidades del presente y con visión prospectiva de
la sociedad surcolombiana, con el propósito de enfrentar los desafíos venideros
que estarán mediados por la incertidumbre, el pensamiento exponencial, la
innovación disruptiva y una nueva generación. La prioridad de la Usco, debe ser
la investigación y la innovación. Para ello, como alma máter, sus estamentos
deben repensarse dada esta coyuntura o crisis institucional. No es un secreto.
Necesario su tránsito al progreso. Cero politiquería.
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