La semana anterior se llevó a cabo en Neiva, el IV
encuentro de la red de mujeres desplazadas víctima del Huila (organizadas como
tal, desde el 2016 en una organización de derecho comunitario, de carácter
civil y sin ánimo de lucro) con el fin de seguir su tarea de empoderamiento
como sujeto activo en la toma de decisiones dentro de una democracia
participativa y, ser actor fundamental en la construcción de una paz estable y
duradera. Para ello, a través de sus capacitaciones, programas y, proyectos
productivos; esperan contribuir en la defensa de los derechos humanos, la recuperación
de la memoria histórica de las mujeres y sus territorios, el reconocimiento de
sus ciudadanías, liderazgos femeninos determinantes, aportes en la
consolidación de escenarios de reconciliación y avanzar con firmeza en la
apropiación de la política pública de género que se impulsa desde la alta
Consejería Presidencial para la equidad de la mujer y la alta consejería
presidencial para los derechos humanos y también la de posconflicto. No es una
tarea fácil. No obstante, toda la institucionalidad pública, debe contribuir a
nivel nacional y en el departamento, para que esta red cumpla sus cometidos.
Así mismo, que la comunidad se entere de lo que ellas vienen realizando, los
espacios a donde están llegando, los logros que van obteniendo y el empoderamiento
verdaderamente logrado. El interrogantes es: ¿por qué una red de mujeres
desplazadas víctimas del Huila?. La mayoría desconoce las estadísticas sobre
casos más reportados anualmente contra las mujeres sobre lesiones personales,
violencia intrafamiliar sicológica, amenazas, violencia intrafamiliar física,
violencia psicológica por fuera del ámbito de la familia, feminicidio y
derechos vulnerados. Ni que decir, de los hechos ocurridos dentro del conflicto
como víctimas directas por torturas, desplazamiento, desapariciones forzadas,
ejecuciones extrajudiciales, asesinatos, entre otros. El Huila no es, ni fue un
paraíso terrenal en ese sentido. Por eso, debemos apoyar todo lo que está
impulsando la alta consejería presidencial para la equidad de la mujer frente a
los 51 indicadores sobre enfoque de género definidos en el plan marco de implementación
del acuerdo final, la instancia especial para garantizar el enfoque de
género, fortalecimiento de las
comisarías de familia, el objetivo 5º de la agenda 2030 (ODS), la política
pública de la mujer rural, política pública de libertad religiosa, política pública
sectorial para la transversalización del enfoque de género, la creación de los
mecanismos de diálogo formal entre organizaciones de mujeres y entes
territoriales, la elaboración de los planes de incidencia, la creación del
observatorio de asuntos de género, escuelas de participación política para
mujeres, empoderamiento social y político de las mujeres (en liderazgo,
territorio y género, derechos humanos, políticas públicas con enfoque de
género, proyectos desde la perspectiva de los derechos humanos), sus encuentros
nacionales y las investigaciones por parte de universidades. También, que cada
municipio formalice la Secretaría para la equidad de la mujer. Vivan las
mujeres. Que su grito se escuche. Las mujeres son mas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario