Columna publicada en el Diario la Nación el 27/10/2021
Definitivamente
los dirigentes públicos poco o nada han estudiado y apropiado para su desempeño
la teoría de las decisiones o toma de decisiones públicas. En particular, los
postulados efectuados por Herbert Simon relacionados con el comportamiento
organizacional en la Administración Pública. Pareciera que no fueran
conscientes tanto de los juicios de valor, como de los juicios de hecho (realidades,
hechos y situaciones complejas) en las que están involucrados como decisores.
Mucho menos, de las acciones, causas, objetivos, ambigüedades, desacuerdos,
incertidumbres o problemas que se presentan en el proceso mismo de la toma de
decisiones públicas. Es necesario, a estas alturas de la vida tener presente
que una decisión directiva (en el ámbito de lo público), es de resorte y de
interés de la sociedad. Sus decisiones no son impersonales, son sociales y
están expuestas al público. Tienen un objeto. Es de personas a través de
personas de carne y hueso. Esbozan objetivos y escenarios válidos y valiosos
para la vida de las personas. Generan unas acciones a partir de la información que
las sustentan y un sistema de conocimiento en el que priman diferentes visiones.
Especialmente, en el sistema y régimen político que tenemos o dentro del Estado
social de Derecho que profesamos. Quiere decir, que toda decisión pública está
sujeta a una concepción limitada. Tiene que responder a un discurso racional,
congruente y creíble con la realidad social. En otras palabras, ya no estamos
sordos, ni mudos, ni ciegos frente a cualquier proceso de toma de decisiones en
la esfera de lo público. Esta teoría (de toma de decisiones públicas), como la
teoría del gobierno, es una cátedra inaplazable, particularmente por los
servidores públicos con funciones de dirección, pero en especial para los
alcaldes, gobernadores y el ejecutivo central. Vamos a un caso específico y
práctico en nuestro municipio de Neiva para ambientar el asunto referido. Los traslados
de los Rectores de las Instituciones Educativas Técnico Superior y María
Auxiliadora Fortalecillas de Neiva mediante Decreto 286 del mes anterior,
suscrito por el Secretario de Educación de Neiva. Temática interesante para
realizar el análisis desde la teoría de Herbert Simon. Suficiente con sólo
revisar el contenido del Decreto, para evidenciar que se activan todos los
componentes de la teoría de la toma de decisiones públicas de Herbert Simon. Los
Rectores han llegado a esos cargos por concurso público, llevan años
desempeñando sus funciones con estricto apego a la Constitución, Ley, manual de
funciones, Proyecto Educativo Institucional, entre otros. Pero, ¿puede el Secretario
de Educación unilateralmente que es de libre nombramiento y remoción,
trasladarlos de un momento a otro?. ¿Se debe tener en cuenta o no méritos,
investigaciones disciplinarias y penales, evaluación de desempeño, solicitud de
grupos sociales, plan general de traslados discutido y aprobado por los
interesados, entre otros asuntos?. ¿No se debe tener en cuenta informes de las
instancias del gobierno escolar o de los estamos de la institución educativa,
pues esta es y responde a una organización pública que tiene autonomía: misión,
visión, principios, estructura…?, ¿No se debe revisar el plan estratégico y
avance del mismo por parte del rector y su equipo para tomar estas decisiones
por parte del Secretario de Educación?, ¿los rectores están al vaivén sólo del
Secretario de educación y no de los estamentos de la institución ni las
instancias de vigilancia y control, como de la sociedad en general?. Las
decisiones públicas, también pueden ocasionar problemas, no únicamente soluciones.
Un decisor ideal, toma decisiones factuales, acompañadas de decisiones
racionales. Ante la pluralidad de miradas, sus decisiones deben tener en cuenta
las distintas visiones, incluida de las que no han sido escuchados y los
excluidos. Por tanto, la voz de los mismos rectores. Estamos en una
organización pública, que en este caso es una institución educativa con toda
una estructura y estamentos que deben ser escuchadas y no solo convidadas. El
ejemplo empieza desde casa.