ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

jueves, 16 de septiembre de 2010

LAS EMPRESAS FAMILIARES

Es un reto muy grande crear una empresa, ponerla en el mercado, mantenerla a ritmos acelerados de crecimiento y, luego, dejarla a la siguiente generación. Este es un mérito que apenas se reconoce y que, sin embargo es fundamental porque es el que crea los tejidos empresariales en todos los países y, por supuesto, en este Departamento.
El mundo empresarial es cambiante, se amplía y se compite en y con todo; la tecnología transforma a las empresas y la manera de gestionarlas y las personalidades, la formación y las ambiciones son diferentes. Conviene entonces, hacer énfasis en el traspaso y la cesión de responsabilidades de una generación a otra en las empresas familiares para que no siga presentándose dificultades como las de carencia de formación empresarial en los fundadores y no se afecte ese propósito de hacerlas más competitivas, globales e innovadoras hasta lograr convertirlas, incluso, en multinacionales.
Igualmente, en fomentar un “Protocolo Familiar” que contenga no sólo aspectos jurídicos para cuando el fundador no esté al frente de la gestión o inicie su retirada, sino también que cuente con aspectos emocionales, éticos y de responsabilidad para que los nuevos gestores, además, dispongan de estrategias claramente definidas para saber que hacer en cada momento.

La gestión de una empresa en una economía tan cambiante y en un escenario confuso y de crisis como el actual, es otro reto. Pero si, la empresa es familiar y está en proceso de traspaso de competencias, el proceso se complica, ya que no solo intervienen cuestiones técnicas, de conocimiento, tecnológicas, de mercado, entre otras. Intervienen en el cambio, además, aspectos emocionales que, sin darnos cuenta, se “cuelan” en la toma de decisiones, complicando más, si cabe, la gestión del cambio requerido en la actualidad.
Entonces, las responsabilidades compartidas deben pasar a la tercera generación mediante nuevas estructuras en la toma de decisiones mediadas a través de un proceso continuo, que va desde la formación hasta una cada vez mayor capacidad de decisión guiado por el compromiso, la lealtad y el objetivo común de dar continuidad en dicha colaboración.

Por esta razón, las universidades deben implementar programas que enseñen, no sólo como gerenciar una empresa familiar, sino como surtir esa transición en cada una de las generaciones con una visión empresarial estratégica, habilidades directivas, espíritu emprendedor, ética empresarial y una mentalidad abierta al cambio y a la transformación. Es decir, que podamos apropiar y entender la interacción que se presenta entre la empresa, la familia y el patrimonio.

No hay comentarios: