ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

sábado, 28 de enero de 2012

MENTE ABIERTA A LAS OPORTUNIDADES

Hay tres palabras que abren puertas en el corazón, son sólo tres, son sencillas, no obstante son fáciles de olvidar: Por favor, lo siento y gracias. Uno debe empezar el día y cualquier actividad que realice, dando las gracias por poder amanecer vivo, ver la luz del día y hacer todo aquello que de acuerdo a nuestras capacidades, el cuerpo nos permita. Al vivir agradecidos, se crearán espacios de ilusión, espacios de esperanza y espacios de fe. Las cosas no suceden si no hacemos un hueco en nuestras agendas. Para participar y asistir a cualquier evento o realizar alguna actividad, necesitamos hacer un hueco en nuestras agendas y, para ello, hemos tenido que decir no a otras cosas. Sin embargo, por el ritmo tan acelerado que llevamos, hoy tenemos un desafío: tenemos que parar el tiempo. ¿Pero cómo se para el tiempo?.  El tiempo se para con la presencia, con toda nuestra razón de ser, con toda nuestra alma. Cuando uno está en una conversación bonita, cuando uno está escuchando una nota musical agradable, leyendo un libro especial, ahí es cuando el tiempo se para y no nos damos cuenta que las horas transcurren. En ese momento no hay pasado, no importa el futuro. Basta observar cómo en los niños sí se evidencia esto por su forma de poner atención cuando se les comunica algo, están atentos, tiene una escucha interesada, ponen absoluto cuidado. Pero no sucede igual con los adultos. Ellos en la medida de su adultez van desaprendiendo este comportamiento. Cuando uno les habla, te dejan la cara pero se llevan el resto del cuerpo por estar pensando en los problemas, en otros asuntos, en el pasado, en el futuro. Su escucha deja de ser interesada y se vuelve una escucha más bien educada.  Por ello, en esta vida frenesí que llevamos, la presencia es tan importante, porque al estar plenamente, lo disfrutamos y, sabemos que cuando se está en ese momento, el cerebro se abre. 

Aquí vale la pena traer a colación las cinco culpas más comunes antes de morir identificadas por Bronnie Ware: 1.- Ojalá hubiese vivido mi vida, no la de los demás. Percibía la tristeza profunda que expresaban de no haber llevado una vida auténtica, sino la vida que otros querían. 2.- Ojalá no hubiese trabajado tanto. Sentían frustración de haber trabajado mucho y haber compartido muy poco, pues se perdieron la niñez de sus hijos, la compañía de sus parejas y de su familia. 3.- Ojalá hubiese tenido el coraje de expresar sus sentimientos. Sentían amargura por no haber expresado lo que se tenía adentro (sentimientos, dolores, tristezas, etc). 4.- Ojalá hubiese tenido más contacto con los amigos. Se quedaron atrapados en sus propias vidas y renunciaron a las amistades de oro y no dieron el tiempo y esfuerzo que requerían. 5.- Ojalá hubiese sido más feliz. La negación, el miedo, la ira, el remordimiento y la aceptación final impedía replantearse antes de morir. En el mismo sentido, se destaca la experiencia de Elizabeth Howller Routhz, experta en Tanatología (la ciencia de la muerte)  quién acompañaba a los enfermos en su viaje final, al menos en este espacio, y a quién le llamó poderosamente la atención que de forma habitual, los enfermos terminales que atendía y que estaban ya muriéndose decían dos cosas: 1) cuanto sentían no haberse reconciliado con un ser querido. Bajo la perspectiva de la partida se daban cuanta que por tonterías se había separado de sus seres queridos.  2) Se habrían atrevido más en la vida. No se lamentaban por las  cosas que se habían atrevido, sino por las cosas que no se habían atrevido. La cuestión es porqué no nos atrevemos más, qué hace que nos cueste salir de la zona de “confort”,  traspasar el umbral y empezar el camino para volverse un héroe o heroína. ¿Qué nos lo impide?.  Esto es importante prestarle atención porque una persona que está dejando este mundo tiene algo importante que comunicar. Pues lo impide algo muy sencillo que se explica con el siguiente ejemplo. Un padre de familia que tiene una pequeña hija, un día cualquiera ingresa a su cuarto y la encuentra muy tensa, le observa su falta de disfrute pintando un círculo, intentando rellenar el círculo con un esfuerzo total para no salirse. El papá, al observar este panorama, le expresó: hija, pinte también por fuera del círculo un poquito. La niña le contestó: no me puedo salir. Al cual el padre le replicó: intenta sólo un poco, un poquito. Nuevamente le contestó la niña: Papá que no me puedo salir. Hasta que la niña se salió con sus trazos de pintura un poco, pinto un poquito, luego pintó un sol, una estrella, sintió placer, la niña se relajó y dibujó un maravilloso paisaje. Entonces: ¿Qué estamos haciendo en el sistema educativo?. Porqué en una ocasión el director del Instituto del cerebro de Milán dijo: Genio se nace e imbécil se llega. ¿Qué hacemos?. En una conferencia, una persona levantó la mano y preguntó: profesor que hay entre medias, y le contestó: el sistema educativo. David Hume dijo que nacemos con una tabula raza, la mente es como una tabula raza. Todos sabemos que es cierto que nacemos con todas las capacidades de aprender, pues no hay ningún conocimiento intrínseco al nacer. Es decir, cuando nacemos somos como un cubo vacío. Aquí vale hacer una pregunta: Sí uno ve un cubo vacio ¿qué es lo que le apeteces hacer?: Pues la respuesta no es un secreto, te provoca llenarlo, y hasta de conocimientos, de más erudición, más y más. Uno nunca se olvida de lo que ha experimentado más si de lo que ha almacenado en la cabeza.  Entonces, la mente no es un cubo que hay que llenar sino un juego que hay que encender. El problema está o radica desde cuando un niño entra en el sistema educativo, porque allí no se detienen a encontrar y a pulir el talento de esos pequeños, y finalmente llegan a pensar que no tienen ningún talento. ¿Porqué vale la pena salirse del redondel?.  Porque vivir en esa zona de redondel, genera tensión y muchas veces esa tensión te genera comodidad. Pero en esa zona no es donde se crece. Donde se crece es fuera del redondel, fuera de la zona de confort. Y a demás esto tiene una plasmación tremenda en el funcionamiento del sistema nervioso central. Cuando uno sale del redondel, cuando la vida nos saca de ese redondel como nos ha sacado a todos en un momento de la vida, es decir, lo que conocemos como la crisis; el ser humano hace inmediatamente una valoración. Una de las valoraciones que puede hacer al salir del redondel es: Esto es una zona peligrosa. Haber lo que me pueda suceder, no sé cómo manejarlo. Esto se ha comprobado y se  sabe perfectamente con estudios hormonales y de neuro-imagen o de imagen cerebral, que cuando una persona percibe una zona como amenazadora, se produce un riego y cambio en  funcionamiento cerebral. Por ejemplo, si viniera un tigre hacia nosotros, no nos pondríamos a analizar esta situación, ni a pensar en que proceso de negociación podríamos emprender. Ni a buscar una alternativa a largo plazo. Pues, si hiciera esto, el tigre nos vería y diría, me lo voy a comer y, además es un imbécil. Bajo el patrón o  el mecanismo de supervivencia ante este caso o evento, sólo hay tres respuestas posibles que son:  1.- Huir corriendo a lo bestia, 2.- Atacar si entre el tigre y yo está en peligro un hijo o un ser querido, y 3.- Quedarme completamente paralizado o bloqueado. Pero no pensar que el bloqueo es quedarse quietecito en una parálisis absoluta pensando que a lo mejor el tigre no lo ha visto, pues esto no engañaría ni a un mosquito. Esas tres reacciones tiene sentido ante un depredador porque si este lo ve paralizado, tal vez no lo ataque y lo confunda con un tronco y no se lo coma o devore, pero no ante un tigre.  Esos tres mecanismos, atacar, ponerse irascible, ponerte violento, huir, o quedarse paralizado no resuelve nada cuando estas fuera del redondel. Sin embargo, si cuando esta fuera del redondel dices: estoy fuera del redondel, me siento inquieto. Eso es normal, me he salido de mi zona conocida. Con ello, inmediatamente se activa otro mecanismo natural que se llama  mecanismo de adaptación. Todos sabemos que la  personalidad de un ser humano está definida a los 7 años, es decir, podemos saber cuál es su  talento humano. De igual forma, últimamente se ha comprobado que las neuronas no se reproducen. Lo que no se sabía es que sí se regeneran, por eso es llamado el proceso de neurogénesis en el cual a partir de células madres situadas en las cabidas cerebrales llamadas ventrículos que emigran a los hipocampos, centros de la memoria y del aprendizaje, éstas se convierten en nuevas neuronas. Aquí  estamos hablando de adultos y esto está demostrado hasta en personas de 80 años de edad. Si tenemos neurogénesis y en adultos se pueden formar entre 500 y 1000 diarias, si esto no es reinventarse, entonces ¿qué es reinventarse?. Sabemos que cambian hasta los propios genes, que se produce la neuroplasticidad, que surgen nuevas conexiones pero sólo si piensas que fuera del redondel hay una zona de oportunidad, sino, si piensas que estas en peligro empiezas a segregarse cortizol y glutamato que matan esas mismas neuronas, y esas neuronas nos permiten aprender de prisa, recordar lo que aprendemos, controlan los centros del miedo, segregan una sustancia o hormona que se llama dopamina que haces que te sientas confiado. No solo eso, sino que se ha podido fotografiar con resonancia funcional magnética con experimentos muy hábiles y elegantes que cuando una persona sabe que está en un entorno de oportunidad hay un cambio en el riego cerebral y empieza a aumentar el riego en la zona anterior del cerebro llamada zona prefrontal,  por lo cual estás más atento y eres más creativo. La zona prefrontal es base para fomentar la creatividad. Es decir, tenemos capacidades sobradas para adaptarnos a cualquier cosa en la vida, para encontrar un camino, para encontrar una alternativa, pero para eso tenemos que elegir, no solamente sobrevivir, sino vivir. ¿Cómo puedes vivir?. Generando una ilusión, generando una pasión, algo que el pasado no lo puede predecir, porque cuando tenemos un desafío, decimos: pasado fui capaz de resolver, y que pasa si el pasado le dice, no…, pues sencillamente no me atrevo. El futuro es una invención desde la elección, es una posibilidad que creo en mi mente y la vivo como si existiera ya. Por eso es que se hace realidad, porque me lo creo. Y creer es crear. Recordemos a René Descartes,  uno de los grandes racionalistas franceses del siglo XVII, matemático y filósofo que expresó: cogito ergo sun, “pienso luego existo”. Pero con esta frase hemos hecho una escultura a la que adoramos como si fuera lo único valioso, la cabeza,  la erudición, lo que sabes, lo que conoces. Sin embargo, nos hemos olvidado de lo que dijo Blake Pascal, también francés, también matemático y filósofo: el corazón tiene razones que la razón desconoce. Entonces, Si de verdad tenemos una visión, si de verdad esa visión nos inspira profundamente, nos mueve y nos hace intentarlo más y más veces; la mente se abrirá hacia las oportunidades, porque lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo demuestra. Por eso, sigamos los Tics de Steven Jobs. 1.- Hagamos lo que nos gusta, 2.- Sigamos nuestros instintos, 3.- Pensemos de manera diferente nuestra carrera, 4.- Dejemos una marca en el Universo, 5.- Inspiremos Apóstoles, 6.- Pensemos de manera diferente nuestra visión, 8.- Permanentemente démosle start a nuestra mente, 9.- Busquemos nuevas experiencias, nuevas cosas, 10.- Vendamos sueños, no productos, 11.- Veamos genio en nuestra locura, 12.- Pensemos nuestros clientes de manera diferente, 13.- Digamos no a 1.000 cosas, 14.- La simplicidad es la sofisticación definitiva, 15.- Pensemos de manera diferente nuestro diseño, 16.- Produzcamos grandes y locas experiencias, 17.- Estamos aquí en el universo es para ayudar a crecer, 18.- Pensemos de manera diferente la experiencia de nuestra propia marca, 19.- Debemos dominar nuestro mensaje, 20.- Seamos los mejores contadores corporativos de historias del mundo, 21.- Pensemos nuestra historia de manera diferente y, 22.- No dejemos que los tontos nos aplasten. En estos apartes, bajo las competencias de liderazgo, innovación y  emprendimiento, podremos ser agentes de cambio personal, de familias, localidades, región a fin de lograr un  paìs diferente. 

No hay comentarios: