Es importante reflexionar sobre el comportamiento actual de los adolescentes y jóvenes, pues preocupa que cada día tenemos más dificultades frente a sus acciones y estilos de vida. Su rendimiento escolar no es el más sobresaliente, el consumo masivo de drogas, alucinógenos y alcohol aumenta, la inscripción a grupos o pandillas es mayor, los desmanes sexuales está a la orden del día, su interés por ayudar en las tareas de los padres no tiene eco y, mucho menos, su participación en grupos religiosos o de oración, sin contar la tendencia de versen envueltos en homicidios o suicidios.
También, se evidencia la apatía de su participación en política, por considerar a los políticos corruptos y no identificarse con ellos; quizás por su edad, ideas, obras o ejemplos que dan, o sencillamente, porque no encuentran emocionante involucrarse en actividades que persigan intereses de carácter particular y, al fin y al cabo, van a terminar siendo excluidos y sin tenerles en cuenta sus opiniones. Aquí no se requiere ser experto en redes sociales para constatar que ni siquiera es de su interés promover la imagen de un candidato por la red.
Pero si de investigar cuales son las causas de este colapso en valores por parte de esta sector de la sociedad, no se necesita ser tan inteligente, sino, más bien igualarse y ponerse a mirar televisión, donde lo único que presentan son programas cargados con personajes y dosis de traquetismo, infidelidad, sexo, pandillas, capos, mafiosos, asesinos, cantantes factorazos, pornografía, reinados, concurso para obtener dinero fácil, realities y novelas vacías; es decir, puras tonterías que ejercen una terrible influencia en la autoestima y, donde la Comisión Nacional de Televisión no toma cartas en el asunto, pero sí, cada día crece la población que ve con más euforia los enlatados que hacen pasar a los personajes odiados a heroínas a seguir como en el caso de Marbelle, a manera de ejemplo.
Pero debemos ir mucho más allá para tratar de entender esta situación: ¿Cómo está el seno o rol de los padres de familia?. La respuesta la da la investigación que hizo la alcaldía de Cali, donde el 53% de su población son separados, divorciados, viudos y, ello genera desinterés y violencia intrafamiliar e irresponsabilidad frente a los hijos en materia de alimentos, entre otros compromisos y deberes. Creo que definitivamente debemos repensar una política que aborde o fortalezca el rol de los padres de familia como la base de la sociedad de manera urgente.
También, se evidencia la apatía de su participación en política, por considerar a los políticos corruptos y no identificarse con ellos; quizás por su edad, ideas, obras o ejemplos que dan, o sencillamente, porque no encuentran emocionante involucrarse en actividades que persigan intereses de carácter particular y, al fin y al cabo, van a terminar siendo excluidos y sin tenerles en cuenta sus opiniones. Aquí no se requiere ser experto en redes sociales para constatar que ni siquiera es de su interés promover la imagen de un candidato por la red.
Pero si de investigar cuales son las causas de este colapso en valores por parte de esta sector de la sociedad, no se necesita ser tan inteligente, sino, más bien igualarse y ponerse a mirar televisión, donde lo único que presentan son programas cargados con personajes y dosis de traquetismo, infidelidad, sexo, pandillas, capos, mafiosos, asesinos, cantantes factorazos, pornografía, reinados, concurso para obtener dinero fácil, realities y novelas vacías; es decir, puras tonterías que ejercen una terrible influencia en la autoestima y, donde la Comisión Nacional de Televisión no toma cartas en el asunto, pero sí, cada día crece la población que ve con más euforia los enlatados que hacen pasar a los personajes odiados a heroínas a seguir como en el caso de Marbelle, a manera de ejemplo.
Pero debemos ir mucho más allá para tratar de entender esta situación: ¿Cómo está el seno o rol de los padres de familia?. La respuesta la da la investigación que hizo la alcaldía de Cali, donde el 53% de su población son separados, divorciados, viudos y, ello genera desinterés y violencia intrafamiliar e irresponsabilidad frente a los hijos en materia de alimentos, entre otros compromisos y deberes. Creo que definitivamente debemos repensar una política que aborde o fortalezca el rol de los padres de familia como la base de la sociedad de manera urgente.
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