Columna publicada en el Diario la Nación el 14/02/2024
Como están
las cosas de convulsionadas por la tecnología, por no decir, atrapados por
ella, especialmente por los dispositivos tecnológicos (redes sociales), y de
paso, por fundamentalismos de toda naturaleza; cuanto me gustaría que las personas
expertas (por cierto, muy pocos) en el pensamiento de Martín Heidegger, nos incitaran
a volver a los cimientos o fundamentos de su producción filosófica.
Especialmente, sobre la cuestión del ser. En su obra “Ser y tiempo” hace la
pregunta y reflexión profunda por el sentido del Ser, de aquello que determina
a los seres como seres y hace posible que sean entendidos y, por el sentido de
la capacidad de encontrar sentido a todo lo que existe. Cuando algo existe, manifestamos
qué es, yo soy, él es, la silla es, la lluvia es, la piedra es, etc. Pero ¿qué se quiere decir o qué queremos
decir, exactamente con esto?, ¿Cómo es posible que algo sea?, en general: ¿Qué
es el Ser?. De allí se desprendería dilucidar la distinción entre ser y ente, el
ser-ahí como punto de partida, el ser-en-el-mundo, la temporalidad como el ser
del cuidado, el olvido del ser y sobre la poesía como fundación del Ser. En un
reciente encuentro en la universidad de Chile, uno de los conferencistas,
invitó al grupo de expertos en administración pública, que se debía convocar a
los pensadores de cada país en estos temas, para que nos rebobinen sobre la
esencia del ser, y no permanezcamos como en un mundo perdido, de desazón, o
como lo aclarara el mismo Heidegger, completamente diferenciado con el objeto.
Hace falta más escenarios tradicionales que se han desvanecido un poco como los
del botalón en Neiva. No ha sido posible que las universidades convoquen a espacios
sobre estas reflexiones en los cuatro puntos de nuestro departamento en los
últimos años. Tal vez nos adormeció la pandemia. O al menos, en la ciudad
capital. Estamos como en un punto o cuello de botella. Una aparente sin salida
o desmotivación. Cuanto emocionaría empezar con un espacio de análisis,
reflexión, estudio, foro, panel sobre Heidegger para sentirnos que el ser no se
ha ido, ni mucho menos se ha objetivado. Sino que está de vuelta, no se ha
desaparecido, ni se fue. Así, nos estén dando a entender que ya somos mitad
humanos y mitad robot y que muy posiblemente más bien nos gane la maquina con
la inteligencia artificial y las demás herramientas de esta época de la cuarta
revolución en marcha. No podemos dejarnos ganar por la desesperanza. No podemos
darlo por perdido. Al contrario. Es necesario que los pensadores y filósofos
destacados de nuestro territorio asuman ese liderazgo y nos contagien con los
fundamentos filosóficos que inspiraron a Heidegger (Sócrates, Platón y otros) a
fin de sentirnos seres humanos de vuelta.
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