ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, cursante del Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en el Colegio de Morelos (México), ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

miércoles, 9 de octubre de 2024

En narrativa demagógica

 Columna publicada el 4/09/2024 en el Diario la Nación

El discurso (intervención o alocución) del presidente en el acto de posesión de la nueva Defensora del Pueblo, definitivamente, raya con esa posibilidad de concretar un consenso o apaciguamiento, tranquilidad y paz. Para ser de la dignidad presidencial, es y fue totalmente molesto y con apartes desafortunados. Por ello, los reclamos de diferentes sectores. Cuando uno entiende sobre izquierdas, derechas, liberalismo, conservadurismo, populismo, demagogías y retóricas, esto no, nos confunde. Responde a una narrativa demagógica y odiosa para hacer creer que la realidad es como él la pinta y la cuenta. Y, por lo tanto, hacer creer que él, justo en esta época, le corresponde reivindicarnos de todas las podredumbres de más de 200 años. Nada bueno ha ocurrido en estos dos siglos de república.  Importante que cada colombiano, pudiese leer un valioso texto, a propósito de ese libreto que tiene el presidente y que fue ejecutado al pie de la letra por Chavéz en Venezuela, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua, Morales en Bolivia, entre otros, del autor mexicano, Luis Antonio Espino, titulado “López Obrador: El poder del discurso populista”. Es como una especie de Manual para entender, por parte de todos los pensantes y masa crítica que no se obnubilan ni se alienan ante el discurso del presidente, para responder más bien con integridad y decencia como antídoto para contrarrestar los efectos del discurso que los seguidores incondicionales sí adoptan ciegamente. El mexicano Espino, indica que los 5 elementos del discurso de estos personajes, o su accionar, se sustenta en 5 bases: 1. Que adaptan los hechos a una narrativa demagógica, 2. Que sustituyen la comunicación con propaganda discursiva repetitivamente, 3. Que ante la crisis, minimizan, niegan y eluden sus responsabilidades, 4.- Que deslegitiman permanentemente el conocimiento, la información y la crítica de quienes lo increpan, y 5.- Que son expertos en manipular el lenguaje para erigirse como el único poder legítimo y subordinar o transformar todo a sus causas, sopena de ser expuestos y considerarlos enemigos. En general, el populista, en su discurso, lo utiliza como una suerte propia de un héroe providencial que lo haga ver más importante, con una misión superior para reivindicar todo lo mal hecho, hasta que eso se vuelve una narrativa creíble para luego tomar decisiones sin problemas. No importa la realidad, sino lo que hace ver con el discurso. Por lo tanto, se asume como un héroe patrio en los actuales tiempos donde ya no hay héroes y se abroga la única verdad. Para contrarrestar la fuerza de esta narrativa demagógica y populista, se comienza con la responsabilidad de quienes podamos opinar, con una alta dosis de integridad personal y civil y expresarle con coraje, en este caso, al presidente, que las cosas no son así y que su narrativa no responde a la realidad. Que se le apoya, pero que tiene que cambiar de rumbo, pue así no se puede continuar. No más narrativas demagógicas. Ningùn golpe blando.

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