ASESORIA Y CONSULTORIA JURIDICA, EN EDUCACIÓN Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y ENTRENADOR EN LIDERAZGO

Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

martes, 23 de enero de 2024

Territorialización de la transición energética

 Columna publicada el 15 de noviembre de 2023 en el Diario la Nación


El viernes anterior se llevó a cabo en Neiva, el foro sobre el “rol de los hidrocarburos y la minería en la transición energética responsable” organizado por la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera y Energética de Colombia (UTIPEC), en concurso con la Asociación de Ingenieros de Petróleos (ACIPET), Confederación General de Trabajadores (CGT), programa de ingeniería de petróleos de la Universidad Surcolombiana, entre otros. Como invitado especial, el exministro de minas, Amilkar Acosta. El interrogante se centró en que, de acuerdo con la matriz energética de nuestro país (DNP,2022), se depende del petróleo en un 41%, gas natural 20%, carbón mineral 13%, hidroenergía 13%, leña 6%, bagazo 5%, otros 2%. En otras palabras, en el uso de los combustibles fósiles, el 74% de la oferta energética interna viene del petróleo, gas natural y carbón mineral. Con relación a las exportaciones de hidrocarburos y de la industria extractiva minera, estas, representan más del 50% de las exportaciones nacionales. Todo ello, representa el 20% de ingresos fiscales y el 87% de las regalías regionales. En consecuencia, no se justifica de tajo, modificar la producción de la gallina de huevos de oro que tenemos, pues sí o sí, otros lo van a seguir haciendo en las siguientes y futuras décadas. Incluso, aquí cerca en Venezuela y en Guyana. Entonces, lo que hagamos en solitario no aportará nada al mundo, con sólo dejar de producir nuestro propio petróleo y otros minerales ni vamos a impactar en la emisión de gases con efecto invernadero. Al contrario, estamos abriendo la puerta para navegar en un espacio de empobrecimiento al dejar de percibir las regalías respectivas. Cambiar la vocación a importarlo, no generaría empleo, no pagaría impuestos, no habría regalías.  Que la mirada debemos enfocarla es al cambio de uso del suelo, agricultura no tecnificada, ganadería y la deforestación, que, al sumarlos, representan el 55% de nuestras emisiones de gases contaminantes. Entones, donde más se debe trabajar para cumplir la exigencia internacional, está en la tarea de mejorar las prácticas agrícolas, ganadería silvopastoril y lo que hagamos para detener la deforestación. Por esta razón, es necesario tener una hoja de ruta de la transición energética justa a la colombiana que consulte nuestra realidad y la vocación de cada departamento. No quiere decir, que no toquemos las energías de origen fósil, sino que tengamos en cuenta las otras alternativas para la transición en generación de energías renovables como los parques eólicos, granjas solares fotovoltaicas, pequeñas centrales hidroeléctricas, biocombustibles, energía geotérmica y el hidrógeno. Que, si bien Colombia no es petrolero, sino con petróleo, no minero, pero con potencial, y también con energías renovables; se puede hablar de transición energética con gradualidad y en forma progresiva. Eso no implica que demos un salto energético sino de una transición. No se puede pensar que de la noche a la mañana Colombia prescinda del petróleo o del carbón. Eso es imposible. Que el negocio debe continuar. Muy bien. Por la defensa del petróleo.

No hay comentarios: