Columna publicada el 3/01/2023 en el Diario la Nación
En este gobierno que evoca el cambio, vale la pena que se
promueva la estrategia para que todos los que se aprestan a enfocar sus esfuerzos
como candidatos a las alcaldías, asambleas y concejos; hagan una especie de
retiro en las comunidades indígenas y aprendan la forma como se ejerce la
actividad del “gobierno propio” en sus territorios. Hace unos días, con la
Escuela Superior de Administración Pública-ESAP, desde el curso de gobierno y
políticas públicas, se realizó un curso intensivo con los estudiantes de sexto
semestre del resguardo “Rio Negro” en el municipio de Iquira, a fin de
contrastar el enfoque teórico desarrollado por el profesor Luís F. Aguilar
Villanueva de México: “hacia una teoría del gobierno” y, con ello, reflexionar
y repensar sobre la forma como se autogobierna esta comunidad en particular. Para
la gran mayoría de la población colombiana, esto es desconocido. Y más
lamentable, de quienes pretenden ser candidatos o ya se han autoproclamado como
tal. Si se conociera a la perfección (tanto de la ciudadanía como de los que
buscan ser elegidos) cómo eligen sus autoridades en el seno de su comunidad,
procedimientos, requisitos y factores que se tienen en cuenta en la elección de
sus representantes, muchas cosas nos ahorraríamos. Eso prácticamente implicaría
cambiarles de mentalidad. Y llegar a ello, con todas las prácticas a las que
están acostumbrados, un imposible. No obstante, como buenos soñadores, si esto
se diera, sería la mayor ganancia para esta sociedad cada vez más exigente y
demandante de buenos y mejores gobernantes y representantes ciudadanos en las entidades
y corporaciones que rigen la cosa pública. Para ejemplificar un solo caso, allí
no hay candidatos. La comunidad directamente selecciona las personas (sin
autopostulación) por sus méritos y rectitud para que gobierne en el periodo de
un año. Finalmente, deciden en asamblea quien lo hará. Los estudiantes en
mención reconstruyeron por escrito, su tradición oral. Como es de conocimiento
público, en todos los resguardos prima la oralidad y no se tiene por escrito el
manual de la administración pública en sus territorios. En este caso, los
estudiantes del resguardo asumieron el reto y plasmaron en un texto lo que se
hace en sus comunidades en cuanto a administración pública se refiere. Un
aprendizaje asombroso por lo realizado. Creo que más bien el profesor fue el
que aprendió. Por ello, la necesidad que, desde la gobernación del huila-
secretaria de gobierno se apoye esta estrategia de conocimiento de la forma de
administrar y funcionar de los resguardos indígenas, su cosmovisión, cultura,
principios, entre otros aspectos. Pero en particular, que llegue el mensaje y
aprendizaje a los verdaderos políticos. No caben aquí los politiqueros que
tienen otros intereses más de carácter particular y personal que comunitario. Máxime,
cuando nos aprestamos a un nuevo escenario y periodo electoral en el que
necesitamos un efectivo y verdadero cambio. No estoy copiando el eslogan del
gobierno central. Solo que es urgente una transformación en el ejercicio del
gobernar a personas. Interesante conocer, a diferencia de otros resguardos, el
inicio desde 1994 y ahora consolidación del Resguardo de Rio Negro de Iquira en
el departamento, que ya cuenta con 620 familias, 2455 personas, 10 veredas, y unos
logros visibles en el gobierno propio en el marco del artículo 7º de la Constitución
Política. La experiencia o modelo de gobierno propio, es pertinente en estos
tiempos en el que se persigue el cambio.
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