Columna publicada el 29 de noviembre de 2023 en el Diario la Nación
Otra vez el presidente Gustavo Petro y el fiscal general Francisco
Barbosa se lanzan mensajes que no aportan a la narrativa que se persigue frente
a un Acuerdo o consenso nacional. Las expresiones lanzadas en el foro de Prisa
Media, Visión 2024: tendencias de Colombia; justo donde se dialogaba con los
líderes del país (empresarios, mandatarios electos, gobierno nacional, academia
y medios de comunicación) en el que se aseveró que la “paz total” del gobierno
se convirtió en una “paz criminal”, merecen una reflexión contundente. No es
posible que este escenario dedicado a vislumbrar los desafíos en materia de seguridad,
sobre el acuerdo nacional, la transición energética como principal reto de los
colombianos, la economía popular como solución de igualdad, infraestructura y
construcción para impulsar el empleo y el poder de las regiones para la
transformación del país, entre otros, fuera opacado por una cortina de humo tanto
por el pronunciamiento sobre el manejo dado a la paz que diera el fiscal, como
del cuestionamiento del presidente sobre un personaje del CTI y la posible
exportación de cocaína, así como la falta de investigación y/o protección de la
fiscalía. Ningún medio salió a flote para explicar el balance del evento. La
aparente discordia o enfrentamiento entre el fiscal y el presidente fue la
protagonista. Lo comunicado giró en torno a una posible intervención violenta
contra la fiscalía, sus funcionarios, presión (complot) a la corte suprema de
justicia y constitucional, actuaciones no institucionales, el Estado de derecho
vs un enfrentamiento entre la institucionalidad y una aparente penalización de la
opinión pública. Algo parecido a las tramas de aquellas películas que se
realizaron en pleno auge de la guerra fría (espías, inteligencia,
contrainteligencia, etc.) para connotar quien tiene el poder. Siempre he
reclamado que la figura del presidente, por su dignidad del cargo, no debe
prestarse a estas formas de comunicación. Ni promover confrontaciones
innecesarias. Quiero ver un presidente, que independientemente de su ideología,
gobierne con gobernanza. Producto de la aplicación como receta de las 20 tesis
de Enrique Dussel. Especialmente, la tesis cuarta relacionada con la forma de gobernar
con poder obediencial al pueblo que fue el que lo eligió. Como también, que
cada institución, creada por la Constitución Política, cumpla su verdadero rol
y no desempeñen o ejerzan los cargos como si estos fueran de su propiedad. Es
decir, el fiscal también tiene que apropiar varias de las tesis de Dussel en su
ejercicio. Lo ocurrido desdibuja, por no decir, deslegitima un proceso de
consenso nacional, de logros a la paz y compromete la transformación del
Estado. Un llamado nacional a que toda la institucionalidad colombiana, abracen
los postulados sobre antropología del Estado para entenderlo de manera
discursiva desde sus prácticas cotidianas y no tan cotidianas por parte de los
dirigentes públicos que son los que causan efectos del Estado mismo en la vida
diaria de la población. “Unidad nacional por favor”.
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