Columna publicada el 27/12/2022 en el Diario la Nación
Cuando se
hace referencia a la tecnocracia, esta se traduce en forma literal al gobierno
de la técnica. Prácticamente, es el esfuerzo de aplicar a la política
metodologías de gobierno que se rigen por datos empíricos y experimentales, en
lugar de consideraciones ideológicas. Por lo tanto, tecnócrata, es quien pertenece
a un sector científico o tecnológico en cuanto al conocimiento específico se
hace referencia. Mientras que político, es quién se dedica a la política,
interviniendo o aspirando intervenir en el gobierno (municipal, departamental o
nacional). Si le colocamos el adjetivo, es quien pertenece a la política o está
relacionada con ella. Estas definiciones fáciles extraídas del internet, el alcalde
de los neivanos las debe conocer a la perfección. Máxime, cuando es
administrador público. Como también, es de su pleno conocimiento que, en la
actualidad, el término se emplea para indicar que, en la administración pública,
poco se está aceptando y acatando influencias de pequeños grupos sociales y de
políticos (politiqueros) que direccionen su administración, y más bien por el
contrario, se está acudiendo a los aportes de las diferentes disciplinas y
experticias específicas del conocimiento especializado en la gestión pública
que se adelanta. Este preámbulo, a fin de sopesarlo por parte del alcalde de
Neiva, ahora que decidió nuevamente solicitar la renuncia protocolaria a todo
su equipo de gobierno. No es posible que, en el último año de su mandato,
tropiece con un nuevo error, al nombrar en su gabinete para el 2023 a políticos
(politiqueros), que ya están haciéndole el favor al candidato de su
predilección, más no con el compromiso de culminar un mandato en los términos e
indicadores de gestión establecidos en el plan de desarrollo municipal. Mucho
menos a aprendices. A estas alturas, el alcalde ya tiene que haber pagado esos
favores políticos y politiqueros que le son propios en estos menesteres. A no
se que quiera continuar en cuerpo ajeno y todo el equipo del otro año se ocupe
de ayudar en este propósito, más no a cumplir con fidelidad lo que le propuso a
los ciudadanos en su programa de gobierno y plan de desarrollo. Esta situación,
es importante, puesto que el panorama de su situación jurídica no está del todo
despejado, y debe prever un posible reemplazo si los tiempos en dilaciones de
audiencias se saturan y se debiera tomar una decisión judicial que no le sea a
su favor. En otros términos, señor alcalde; decida sin titubeos finalizar su
mandato con tecnócratas. Personas expertas, especialistas, técnicos en este
oficio de la administración y gestión púbica. No le preste más atención a unos
pocos que le quieran adular o hacer ver otros panoramas. No hay algo tan
sagrado que el manejo de la cosa pública o de los bienes públicos con personas
que, por encima de todo interés, está el de servir a los ciudadanos. Estos tres
años han sido tan traumáticos en Neiva, que al menos, el último sea para
enmendar algunos de esos errores cometidos. Se logre, al menos cumplir en parte
algunas promesas. Por poner un solo ejemplo, en vivienda. Donde ni en el que
debería ser su proyecto prioritario (proyecto de hace muchos años), Usted no
pudo avanzar. De antemano, ni siquiera piense en cambiar la Secretaria de Educación.
Más bien empodérala para que pueda ejecutar lo que se está solicitando en
educación. Las otras carteras, que sean tecnócratas todos. Para políticos, más
bien que se vayan a las campañas. Feliz navidad.
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