Día del idioma y de la Filbo

 Columna publicada el 26 de abril de 2023 en el Diario la Nación.

Cómo no recordar que la ONU, en el 2010, estableció los días de las lenguas para celebrar la diversidad cultural y el multilingüismo. Por esta razón, fue decretado el 23 de abril como día de la lengua española. No obstante, en nuestro país, en el gobierno del presidente Alfonso López y su ministro de Educación, José Joaquín Castro, éste día fue instituido por medio del Decreto707 de1938 como homenaje al insigne don Miguel de Cervantes Saavedra.

Es decir, nos habíamos adelantado varias décadas a lo instituido por la Naciones Unidas. Mejor dicho, a que de ninguna manera olvidáramos que fue la lengua que nos legaron los conquistadores. Lo fundamental en estos tiempos de modificación de los códigos de escritura por las tecnologías de la información y comunicación (tics) y el resumen de ésta, en los escritos en redes por los jóvenes; no se pierda y más bien, continúe por el sendero del escribir y leer bien. Al igual que sentir, vivir y disfrutar tanto la lectura como la escritura. Por supuesto, del castellano. En este Decreto se ordenaba a los establecimientos de enseñanza primaria, secundaria y normalista, como también a los respectivos maestros o profesores que dictarán en ese día conferencias sobre el idioma castellano y dieran lectura a trozos escogidos de El Quijote o de otras obras célebres de la literatura española. Así mismo, se ordenaba escuelas normales y colegios de enseñanza secundaria que dependían de la Nación, se abrieran concursos para premiar el mejor estudio sobre el idioma castellano. Los alumnos vencedores recibían del Ministerio de Educación Nacional un ejemplar de El Quijote, como también una mención honorífica por sus méritos en la propaganda y defensa del idioma patrio. La calificación de estos concursos tenía que hacerse por comisiones formadas por miembros de la Academia Colombiana de la Lengua. Me imagino. ¡Qué tiempos aquellos!. En el 2005, sentí esa experiencia. Era director de la UNAD en Pitalito y, promovimos juntamente con la emisora comunitaria, una maratón de lectura de 24 horas, de una de las mejores versiones del Quijote. Se adecuó el estudio en el salón comunal y todas las autoridades del municipio con la alcaldesa al frente, docentes, estudiantes y ciudadanos en general leímos casi las mil páginas que tenía este texto sin parar. Fue bellísimo. Recibimos mucho apoyo y reconocimiento. Irrepetible. Incluso, recuerdo la llamada que me hiciera Ernesto McCausland de caracol radio para que le contara sobre ello. Lo que observo, es que todo eso se perdió. Ya no se da esa importancia y no se cumple lo del Decreto. Menos en las instituciones educativas. Triste. Cómo tampoco la cumple la Filbo, pues es más una plataforma para los expositores de la industria del libro (comercial) que para promover el día del idioma o de nuestra lengua castellana. El reto es enorme, pues se evidencian (estadísticas) con bajos niveles de lectura y también de escritura con la riguridad de la belleza de nuestra lengua. ¡Arriba el castellano!. Arriba nuestra feria local del libro.