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Abogado, Especializado en Gestión Pública, estudios de Maestría en Administración Pública -ESAP y Maestro en Administración Pública del Instituto Universitario Veracruzano de México, ex-Conjuez del tribunal administrativo del Huila. Docente Universitario (del magisterio), investigador y capacitador. Columnista y conferencista en liderazgo, emprendimiento e innovación y derechos humanos. Conciliador en Derecho. Amplia experiencia en el sector educativo, Administración Pública y liderazgo. Experto en gestión de fortalezas. Apasionado de la psicología positiva. No dude en contactarme y efectuar su consulta que de inmediato se dará respuesta oportuna a su llamado o consulta.

UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO

Los nuevos líderes y trabajadores del futuro deben tener una habilidad que pueda venderse al rededor del mundo. Con esa habilidad; construir una marca personal, idea o un producto. También, colaborar con otras personas que son diferentes a nosotros, de ciudades distintas, de otras nacionalidades, de especialidades y géneros no iguales. Si no tenemos clara esa habilidad, seremos rápidamente reemplazados.

martes, 23 de enero de 2024

Uso proporcionado del poder

 Columna publicada el 29/03/2023 en el Diario la Nación


Importante lo que acaba de ocurrir en el congreso de la república, porque la actuación de los congresistas fue contundente en el hundimiento de la desproporcionada e inconveniente propuesta (proyecto de ley) de reforma política del gobierno y, la no aprobación ni aval de algunas facultades solicitadas para presidente de la república. Esto da tranquilidad con relación al modelo constitucional con el que contamos frente al principio de separación de poderes que garantiza un adecuado sistema de controles y contrapesos que son fundamentales para el uso proporcionado del poder. Sobre esta responsabilidad de los congresistas se tejía un inmenso temor, en cuanto no actuaran como el deber lo exige en este momento trascendental para los colombianos. No obstante, su voz y acción que representa a los ciudadanos en esta instancia de poder se hizo sentir y valer. A los congresistas no les puede ocurrir como a la gran mayoría de los concejales de este país o diputados que pierden su único y valioso ejercicio de control político y social al aprobar todo lo que el ejecutivo les presente al comienzo de sus mandatos incluidas facultades expresas. Después, a llorarle al mono de la pila. O en su defecto, a solicitar o vivir de las migajas del gobernante de turno si se alinea a sus intereses. De lo contrario, quedan anulados e invisibles. He presenciado perlas sobre este asunto en los últimos 20 años en Colombia en el orden municipal y departamental. En el congreso, ha sido un poco diferente. Se han alternado como la vieja maña del frente nacional. Todos alineados con las mermeladas o burocracia y quedan atados a los lineamientos del gobierno o no reciben nada. Pero en este caso, o en esta legislatura, los congresistas entregaron un mensaje contundente al no aprobar la posible reforma política, ni algunas facultades expresas que se solicitaban en el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo. Ni arrodillados, ni vendidos y mucho menos arrinconados. De ninguna manera un gobierno fortalecido y en desventaja con relación al legislativo. Por ningún hecho, deben despojarse de su competencia en cuanto al ejercicio de control y pérdida de su rol con relación al ejecutivo. Bueno, los que no son de la coalición o gobiernistas. Por fortuna, un buen número de ellos. Claro que el embate no ha terminado. Ahora que entra en trámite la reforma laboral, pensional y de salud, esta última con aparente concertación de un 99% por los partidos políticos; también los congresistas que actúen y persistan en esta altísima responsabilidad de cara a los ciudadanos que los eligieron. No es que se nieguen a aprobar por pataleta ni interés personal, sino que producto de los argumentos de todos los sectores se logre lo más beneficioso para el país. No a la aplanadora del gobierno en el congreso. Tampoco pupitrazos. Sino proyectos que obedezcan al resultado de un debate sopesado y con las garantías que implica este trámite en el legislativo. Buen punto congresistas. Ya era hora.

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